lunes, diciembre 05, 2016

Tatuajes y otras yerbas: Sólo para creyentes



Si Jesús hubiera estado tatuado, su muerte no hubiera servido para salvación. Empecemos por aquí y diciendo además que éste es un tema para creyentes. Los que no creen, no tienen expectativas de eternidad y se automarginan de todas las promesas. Es su decisión.

Digamos además de entrada que hay tres cosas que Jesús hizo con su muerte en la cruz. Como la Ley establecida por su Padre era ojo por ojo, diente por diente, vida por vida, pagó con su vida la maldad de todos. Por un lado y por otro, tras pagar con sangre el rescate de nuestra pertenencia al infierno, nos sacó de ahí y lo tercero que hizo fue dejarnos libres de decidir qué hacer: 1- Seguirlo a Él o 2- Volver al lugar de donde nos sacó.

Están quienes dicen ¨yo soy pensante y no creyente¨. Bueno, en este caso los ¨pensantes¨ están en la fila 2, por decisión personal ¿Es tanto así? Para salir de dudas he aquí lo que Jesús dijo al respecto: ¨El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama¨ (Mateo 12:30).

Pero volvamos al tema de los tatuajes. Como solamente hay dos territorios, el de Jesús (el reino) y el de Belsebú (verano eterno) los ¨desparramadores¨ van a ser marcados para ir a la fila 2 y los del reino también serán marcados para ir a la fila 1. Disculpen los puristas que hable tan carente de finura de un tema tan profundo.

¿Los creyentes estamos tatuados o seremos tatuados entonces? Vamos a las Escrituras: ¨En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras (seña) de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria¨.

Se habla de un sello, de una seña que es la garantía de salvación. Los creyentes, fuimos sellados con el Espíritu Santo. Una marca espiritual que ven los que tienen que ver. Insisto esto es para los creyentes.

Para los pensantes, habrá otra marca ¿Cual? Vamos otra vez a las Escrituras : ¨Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca: el nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es seiscientos sesenta y seis. (Apocalipsis 16: 17,18)

Si usted es creyente, no se tatue. Hay un pasaje bíblico del Antiguo Testamento que expone: ¨Y no deben hacerse cortaduras en su carne por un alma difunta,y no deben ponerse marcas de tatuaje. Yo soy Jehová¨. (Levitico 19:28) No te marques el cuerpo ¿Quien puede saber si el que te marca como quien marca una vaca, no agrega bajo tu piel una marca que tu no deseabas?

La industria del borrado de tatuajes está creciendo en otras partes del mundo.

Pero concluyo diciendo que en el Antiguo Testamento, los corderos usados para expiar los pecados, por la Ley de Dios debían estar en la flor de la edad, ser sanos, sin defectos ni marcas y ser consagrados.


El Cordero de Dios que vino a expiar las culpas de toda la humanidad, cumplió esos requisitos: Era ¨treintón¨ vale decir estaba en la flor de la edad; fue consagrado a pesar de que Juan no entendió por qué tenía que hacerlo, lo bautizó, lo consagró; finalmente Poncio Pilatos declaró públicamente que no veía manchas en el reo. Lo entendemos en un sentido más amplio pero Jesús no tenía tatuajes y ésto responde a lo que dije en el primer párrafo.