La primera aparición pública que hizo el Vicepresidente de la República Federico Franco fue para reclamar el 80% de los cargos públicos para su partido el PLRA. A partir de ese momento se convirtió en opositor y empezó una campaña de presión y críticas a Lugo. Siendo gobierno, acusaba al gobierno de insensibilidad, inoperancia, yerros.
Tres años de enfrentamientos se han consumido y con estoicismo y paciencia que serían algunas de las virtudes que Lugo cosechó durante su vida sacerdotal y episcopal llevó adelante esa situación de malquerencia con el segundo de a bordo hasta que hace unos días ocurrió algo sorprendente.
Lugo rompió su estoicismo y criticó a Federico Franco de llegar a la vicepresidencia de “ka’iro”, vale decir montado a su espalda del modo que mamá mandril lleva a sus bebés.
Como respuesta, Franco que tiene aspiraciones de cara a las próximas elecciones presidenciales y que entiende que no es este un momento de confrontar con el poder, le respondió con una salida episcopal y dijo que le ofrecía a Lugo la otra mejilla.
Retrucó Lugo por conducto de un vocero y expuso que en todos estos años le había ofrecido a Franco miles de veces su otra mejilla.
Los políticos en todo el mundo son vistos con una musculatura facial endurecida que en guaraní se dice tova’atâ (caradura).
Es un chiste que se ofrezcan la otra mejilla cuando ella está hormigonada y blindada, a prueba de los colores de la vergüenza.
