Se
define como clientelismo político a la metodología desarrollada por
los que ocupan posiciones de poder, en virtud de la que conceden
privilegios y beneficiios a personas leales, a cambio de favores
electorales, apoyo político o silencio ante casos de corrupción.
Radica
en el intercambio
de
favores entre gobernantes y personas o grupos de ellas —dentro de
una relación de mutuo beneficio, a
espaldas de los intereses de los contribuyentes pero usando sus
contribuciones.
El
Estado paraguayo y las municipalidades se han llenado de empleados
que cobran millones por simplemente puntear nombres, sellar papeles o
abrir la portezuela del coche del jefe. Nuestro dinero se orienta
hacia la clientela del político y no queda para obras de
infraestructura. Con
este esquema los políticos financian su ¨capital político¨con el
dinero de todos los contribuyentes.
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