
Nadie se ocupa de ese espacio que curiosamente se llama “paseo” central. Es imposible dar un paseo por ahí porque hacerlo implica correr el riesgo de tropezones o torceduras.
Cuando se trata de controles de tránsito, la Policía Caminera y la Policía de Tránsito de Fernando de la Mora, históricamente se disputan el jugoso mercado de multas, vale decir recaudaciones. Siguiendo esa pista, el Ministerio de Obras Públicas y la Municipalidad de Fernando de la Mora, deben ponerse de acuerdo y resolver de un modo estético pero “vegetalmente correcto” el problema de las raíces expuestas que le dan al caminero central de la avenida, un aspecto de abandono y de lamentable desidia.
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