lunes, noviembre 30, 2009

Los cleptócratas paraguayos y el pánico ante la izquierda de Lugo (3)



La cleptocracia nos quiere hacer temer a la izquierda de Lugo como si fuera de extrema izquierda. Gran mentira. La verdad es que hay que temer a la derecha paraguaya que produjo unos cuantos multimillonarios y condenó a la mayoría a la marginación y la pobreza. Teniendo todas las condiciones para hacer una reforma agraria en serio, jamás le interesó y nos heredó una sociedad fracturada. Tuvo todo el poder en sus manos para fundar una sociedad más equitativa pero jamás le importó y ahora quiere retomar el poder político con un golpe.

No pasa un día sin hablar de juicio político para separar a Lugo de su cargo.
¿Lugo comete errores? Cierto, Lugo comete errores pero sus errores son equivocaciones infantiles frente a las graves tropelías de Nicanor Duarte Frutos, Luis González Macchi y todos los colorados que gobernaron el país por más de 60 años e incluimos aquí los intendentes liberales de los últimos años.

Poder político para el enriquecimiento
Usaron el poder para amasar grandes fortunas y fueron salvados de la cárcel por la justicia corrupta que ellos mismos se encargaron de manipular.
Yo no se con qué cara Nicanor aparece como crítico del actual gobierno si en el suyo se concretó la más triste y dramática fractura de la familia paraguaya porque padres, esposas, hermanos debieron decirse adiós para ir a buscar mejores horizontes en España y otras partes del mundo.
Todo como consecuencia de la falta de oportunidades en el Paraguay donde unos pocos seguián cosechando éxito económico y acumulando más fortuna, sin pagar impuestos que hubieran permitido financiar proyectos de un país mejor para todos.
Con su sueldo de Presidente Nicanor en poco tiempo estuvo dispuesto a pagar unos 200 millones de guaraníes para ingresar al Club Centenario y acabó con una hacienda ganadera y bienes cuya tenencia difícilmente podría justificar.

Quieren ingresar por la ventana
Los cleptócratas quieren volver al poder por la ventana de la democracia.
El senador Juan Carlos Galaverna tiene cuestiones pendientes con la Justicia. Multimillonario gracias a la política.
El senador Alfredo Luis Jaeggli es un personaje impresentable al que cada día se le descubre una nueva trapisonda.
Es el gestor del recorte del gasto social del gobierno y por su cuenta gestiona el aumento del gasto público para beneficio de su figura política, regalando “pensiones graciables” a su clientela.
Y como si todo fuera poco, es el gestor de la postergación de la vigencia del Impuesto a la Renta Personal, el más justo de los tributos en cualquier sociedad y que debe ser pagado por los que más tienen, entre ellos los cleptócratas que sin embargo utilizan su poder político para eludir ese compromiso fiscal con la nación.
Y para toda esta caterva de políticos Aldo Zuccolillo es el secuaz principal.
Pone su diario abc color al servicio de ese ramillete de avivados porque así conviene a sus intereses.
No a la sociedad paraguaya a la que dice servir “con fe en la Patria”.

Errores hay pero...
Insisto en que Lugo comete errores con frecuencia pero nunca de la naturaleza, la gravedad o de un modo tan perjudicial como lo hicieron sus antecesores que sí cometieron delitos que ameritaban juicio político para separarlos de sus cargos por el bien de la República.
Es cierto, tampoco comprendemos qué pasa por la cabeza de Fernando Lugo para que un día nos informemos de que viaja a una conferencia en Roma, acompañado de 13 personas cuando da la impresión de que con menos de la mitad, basta.
Tenemos que lograr que sea prudente y sabio a la hora de encarar sus actividades pero bajo ningún sentido se puede comparar ese error con los actos de corrupción cometidos por los gobiernos de derecha o la venta de soberanía que hicieron por ejemplo en Itaipú y que el gobierno actual está resolviendo de un modo favorable para los intereses nacionales.
Es fundamental que se respete la voluntad popular.
Los cleptócratas deben respetar la democracia y no valerse de sus herramientas para cometer un atropello.

(sigue: Final)

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