Aldo Zuccolillo ¿qué hiciste de abc color?, en qué lo haz convertido porque aquel que sólo nos queda en el recuerdo era un grito de libertad y de justicia que Stroessner no pudo soportar y pretendió acallar bajo sus botas. Tan sólo pretendió acallar.
Por qué decimos esto. Porque si bien es cierto el diario ya no brotó a la calle había quedado adentro de cada uno de nosotros el pregón de libertad que ya no en papel sino en el alma paraguaya siguió golpeando la muralla que también cedió empujada por los poderosos ecos de abc que aún latían fuerte.
El título de propiedad de abc color siempre fue tuyo Aldo Zuccolillo pero cuánta satisfacción te habrá significado el sentir que en realidad la ciudadanía se había apropiado de su voz porque había sintonía, se había construido una empatía.
Tu diario, no nuestro diario
Con cuánta ansiedad cuando se fue Stroessner, se pensó en la reaparición de aquello que era nuestro pero que poco a poco nos fuimos dando cuenta que había vuelto para hacernos ver que era tuyo y que su línea editorial y la publicación en si, era privativa de lo que piensa el dueño.
Y no estaba escrito en ningún lado pero empezamos a ver en cada página un cartel de “Propiedad privada. No pasar”. Un diario amurallado.
Cuánto poder cuarto poder para trazar tus propios objetivos sin importar la agenda ciudadana.
Y porque así correspondía a los propósitos consagrados a tus personales objetivos comenzaste a encumbrar figuras porque te convenían y a devastar liderazgos que no te apetecían. Todo al margen de los afanes de la comunidad.
Nefasto pero agradable a abc
Catapultaste a Lino Oviedo funesto personaje a quien podríamos catalogar como un lamentable accidente de la política paraguaya, simplemente porque se apareaba a tus designios.
Sin importarte el daño que hacías a la nación, empinaste una figura indeseable porque formaba parte de tu agenda.
Y hoy tu diario es un émulo de nuestra sociedad injusta, una repetición penosa del cuadro que nos exhibe a unos pocos exitosos cuya voz es presentada con potencia y una mayoría marginada cuya opinión, anhelos y esperanzas simplemente son ignoradas.
Es la voz de unos pocos donde no hay espacios para el clamor de mayorías relegadas donde los excluidos del sistema económico y social frecuentemente son vistos como haraganes y por pedir pan para sus hijos, vulgares agitadores.
¿Qué aconteció para que no escuches a quienes quieren participar del desarrollo y sólo –porque conviene a tu interés- des espacio abundante a evasores y portavoces de la evasión impositiva o la postergación del Impuesto a la Renta Personal, para que quienes más tienen, más tributen y se transparente la economía nacional?
Cómo es que Alfredo Luis Jaeggli, impresentable senador, sea referente de opinión de tu diario y no se escuche una campana diferente.
Cambalache del nuevo milenio
Cuanta contradicción. A quienes ayer –como a Cale Galaverna- en las páginas de abc se trataba de inmoral hoy, desvergonzadamente es uno de los referentes de su prédica.
Hasta hace poco tiempo arrinconado a páginas de chismes, ahora dejó de ser “ladrón de galletas” para reciclarse como un demócrata, el senador Juan Carlos Galaverna, simplemente porque su discurso dispara al mismo blanco que el diario.
Qué hiciste de abc Aldo Zuccolillo que tras considerarlo un "ladrón" hoy Calé es figura estelar de tu diario.
Cosas veredes Sancho! Mezclados en el mismo lodo, todos manoseados.
Abc reciclador de escombros donde los malos se vuelven buenos si hablan como el diario quiere contra los que no hacen lo que el diario quiere.
Cómo se corrompieron los principios que guían al diario.
Se tergiversa si así responde al objetivo
Cuan bajo se ha caído. Cuando conviene al objetivo que ha trazado, nada se retacea, se pacta con el diablo, se tergiversan declaraciones y así, los lectores tras casi cada afirmación de abc color debemos esperar la “carta al director” correspondiente para formarnos opinión de lo real:
http://www.abc.com.py/abc/nota/43956-Carta-al-director/
http://www.abc.com.py/abc/nota/43772-Cartas-al-director/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
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http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
http://www.abc.com.py/abc/
Tienes que alegrarte que apenas son misivas pero mañana podrán convertirse en notificaciones judiciales. Porque muchas veces la mentira del diario va en portada, la desmentida humildemente en página interior y en letra chica.
Es momento de dejar de lado el egoísmo, de corregir el rumbo. Es una mera sugerencia porque el diario se ha convertido en órgano oficial de poderosos sin reparar que sean corruptos ni que perifoneen mensajes de suma inequidad.
Añoramos aquellos tiempos en que hicimos nuestro al mensajero de esperanzas sin falsos pintorcitos que cantan falsedades.
¿No es momento de actuar de un modo que efectivamente sea un cielo nuevo el que pinta tu pintor?
El cielo que hoy abc está pintando no es nuestro, definitivamente no.
En nuestra siguiente entrega presentaremos a dos ganaderos que se se preguntaron ¿dónde está tu hermano? Y los ayudaron.
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