
Fernando Lugo acaba de cometer una gigantesca metida de pata.
Llevado por sus sentimientos humanos, como si fuera cualquier hijo de vecino envió una carta a las autoridades judiciales en las que fija posición y establece culpabilidades, olvidando que al ser Presidente de la República, vale decir Jefe del Poder Ejecutivo, tal actitud implica una intromisión inconstitucional en un Poder, el Judicial, en el que no debería tener injerencia por la vigencia de normas que garantizan la independencia de poderes en la República.
El garrafal error
Ante la posibilidad de que el 1 de agosto -aniversario del incendio que mató a casi 400 personas- venza el plazo para concluir el juicio, Lugo envió una nota al Presidente de la Corte Suprema de Justicia en la que entre otras cosas expone:
“Como también se sabe, ningún directivo de la firma sufrió lesiones corporales y fue publicitada la prisa con que se procedió a privilegiar la protección de bienes materiales, incluso con el cierre de las puertas de acceso. Este último acto probablemente causó numerosas muertes, de una manera tan ruin, como la historia, el arte de los músicos y la memoria colectiva recuerdan hasta hoy en forma lacerante”.
Naturalmente que los abogados de los ex dueños del supermercado siniestrado, no dejaron pasar la magnifica oportunidad que les brindó el “blooper” presidencial para solicitar la anulación del juicio basados en el artículo 248 de la Constitución Nacional que es clara al exponer cuanto sigue:
ARTICULO 248 - DE LA INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL
"Queda garantizada la independencia del Poder Judicial. Sólo éste puede conocer y decidir en actos de carácter contencioso. En ningún caso los miembros de los otros poderes, ni otros funcionarios, podrán arrogarse atribuciones judiciales que no estén expresamente establecidas en esta Constitución, ni revivir procesos fenecidos, ni paralizar los existentes, ni intervenir de cualquier modo en los juicios. Actos de esta naturaleza conllevan nulidad insanable. Todo ello sin perjuicio de las decisiones arbitrales en el ámbito del derecho privado, con las modalidades que la ley determine para asegurar el derecho de defensa y las soluciones equitativas. Los que atentasen contra la independencia del Poder Judicial y la de sus magistrados, quedarán inhabilitados para ejercer toda función pública por cinco años consecutivos, además de las penas que fije la ley."
Lugo en problemas
La Constitución es clara y dice que actos como los asumidos por el Presidente Lugo “conllevan nulidad insanable” y advierte incluso que Lugo podría ser apartado de su cargo cuando señala que “los que atentasen contra la independencia del Poder Judicial......quedarían inhabilitados para ejercer toda función publica por 5 años consecutivos...”.
Fracaso de sus asesores
Podemos entender que Lugo actuó llevado por un espíritu humanitario y aquí cabe atacar duramente a sus asesores que no le advierten de sus limitaciones constitucionales.
Cómo es que dejan que el Jefe de Estado cometa errores tan graves. No nos podemos explicar la falta de filtros que protejan al Presidente de pifiadas tan aparatosas.
Hoy debería renunciar el asesor letrado del Presidente por su absoluta inutilidad para asesorarlo. Hoy deben rodar cabezas en el entorno de Lugo ante tamaño error.
Yo, como comunicador asumo el tremendo desconcierto en el que me veo involucrado cuando un día elogio al Presidente y poco tiempo después me veo en la obligación moral de cuestionarlo duramente.
Da la impresión de que asumo una incoherencia imperdonable que al final es consecuencia de la incoherencia en el comportamiento de Fernando Lugo.
No estamos aún en condiciones de medir todas las consecuencias de esta fenomenal patinada del Presidente de la República pero lo decimos con absoluta honestidad, nos asusta la facilidad con la que comete errores garrafales, la frecuencia con la que tropieza y la vulnerabilidad y libertad con la que se despista sin el filtro de sus asesores cuya gestión y desempeño resulta lamentable.