domingo, julio 05, 2009

La Expo 2009 muestra al país que quiere levantarse en un escenario político impropicio



La Expo 2009 que se prolongará hasta el 19 de julio, muestra el costado productivo y trabajador del país. Sin embargo, el escenario político que enmarca lo económico es de una inacabable discusión que no conduce a soluciones sino a profundizar las diferencias entre acusaciones al “neoliberalismo hambreador” de un lado y al “socialismo del Siglo 21, nefasto” por el otro. Se persiste en priorizar las diferencias en vez de trabar sobre las coincidencias.

El izquierdista Lula tiene uno de los mejores gobiernos de la historia reciente del Brasil. Contenta a la derecha, satisface a la izquierda y el país prospera aunque naturalmente hoy enfrenta la crisis importada.
La sabiduría del líder brasileño radica en superar lo meramente discursivo y entrar en acción utilizando recetas exitosas del liberalismo para generar riquezas y del socialismo para distribuirlas.
Por limitaciones constitucionales no podrá presentase a las próximas elecciones presidenciales pero si se sometiera el tema a consulta, los brasileños aceptarían de buena gana que siga.

Duelo de hinchadas, nada más
Lamentablemente los paraguayos estamos empantanados en las disputas que se encargan de enterrar bajo una gruesa capa de agravios las pocas iniciativas de diálogo y planteo de una agenda país.
Es como que nos quedamos en el duelo de hinchadas pero nos olvidamos del partido. No bajamos a la cancha sino que nos quedamos con lo que pasa en las gradas y aquí todavía está por verse la maestría de Fernando Lugo de quien se espera que gobierne de un modo más expeditivo y menos pastoral.
La Expo de Mariano Roque Alonso, muestra el lado productivo y laboral del país. Ese segmento que hoy enfrenta una dura crisis merece la atención de los políticos.

Contaminación sonora
El mero debate mediático como el que hoy vivimos apenas sirve para llenar el ambiente de ruido, de hipocresías y falsedades.

No ayuda a despejar el panorama y esclarecer objetivos.
En medio de estas nubes que cubren el panorama hay que rescatar la idea del nuevo presidente del Congreso, Miguel Carrizosa, de instaurar en serio una agenda de diálogo con lo que un sector minoritario políticamente, tiene la ocasión magnifica de ser el árbitro que en su momento lo tuvo todo para serlo, el ex general Lino Oviedo.
Que el Partido Patria Querida maneje esta nueva situación que le toca con sabiduría y prudencia y no terminemos exclamando al final de esta nueva oportunidad: Paraguay, Patria Amada qué hacen contigo los políticos!

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