Kilos de 900 gramos, metros de 90 centímetros, litros de 900 cc, son la fórmula del éxito económico de muchos negocios detallistas. El robo a los consumidores es descomunal si sumamos gramos, centímetros y centímetros cúbicos que nos escamotean a cada segundo. La información de que el Ministerio de Industria (MIC) y el Instituto Nacional de Tecnología y Metrología (INTN) controlan las balanzas de los supermercados y despensas, apareció perdida en los medios pero es una de las informaciones trascendentes de día.
Está en marcha el operativo de control con el objetivo de normalizar principalmente ahora, el sistema de pesaje en las ventas de productos, principalmente de la canasta básica familiar.
Luego de amonestaciones, se aplicarán multas e incautarán máquinas.
Los que tienen balanzas ladronas (mondá) y son descubiertos, tendrán tres días de plazo para regularizar el artefacto.
Los dispositivos de pesaje hoy son extremadamente avanzados y precisos, tal cual vienen de fábrica pero los comerciantes estafan al público manipulando las balanzas, colocando artificialmente sobrepesos o imanes con el propósito de estafar al cliente.
Que los inspectores no se dejen engañar
El tema es que muchos de estos dispositivos de robo son “quita y pone” de modo que cuando vienen los inspectores se libera a las balanzas de las trampas y funcionan correctamente. Una vez que los inspectores se fueron, vuelven a colocar las trampas y sigue el carnaval de estafas.
En el caso de las viejas balanzas que funcionan con pesas, los comerciantes tienen las pesas fieles y las pesas “mondá” que son las que usan cotidianamente. Las pesas fieles son usadas simplemente para exhibirlas durante los controles. Cuando los controladores se retiran, vuelven a ser guardadas en cajas.
Control y educación del público
Pero los inspectores no sólo deben controlar sino que formular recomendaciones al público. Por ejemplo si las unidades de medida están habilitadas que tengan un sello identificatorio que pueda ser observado por el publico, de modo que los clientes sean un factor de exigencia a los proveedores y no víctimas fáciles del engaño.
Los operarios ladrones
Otro aspecto que el público debe observar es que en las carnicerías y panaderías de los supermercados, cuando le pesan la rabadilla o el pan lanzan con fuerza la mercancía sobre la balanza. Como que de ese modo activan el dispositivo ladrón. Lo normal es que bajen la mercadería sobre la balanza.
Peor aún, la mercadería ya posada sobre la balanza es empujada hacia abajo para que haga más peso, antes ordenar la expedición del ticket, al aparato.
Los diarios no publicaron la información de los controles en lugares destacados. Se entiende porque abc color como Ultima Hora, tienen vínculos con grandes cadenas de supermercados. No les interesa la información que apunta a defender los intereses del consumidor.
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