Juventud que se mueve: Necesitamos limpiarnos por dentro para limpiar el país de la corrupción

Capturado con cámara fotográfica

Un millar de jóvenes de entre 15 y 18 años, participaron de una jornada de limpieza en plazas asuncenas y las pintaron además. Se manifestaron hartos de corrupción y suciedad y convocaron a los candidatos a Presidente de la República a firmar un compromiso para limpiar el país. No concurrieron al llamado y quisieron enviar simplemente a sus representantes lo que los jóvenes rechazaron. “Nos creen estúpidos. El compromiso contra la corrupción debe ser de ellos y no de sus representantes” dijeron pero les harán otra convocatoria y se manifiestan tenaces para lograr compromisos.

Frente al histórico Cabildo de Asunción, los jóvenes nucleados en la organización “Juventud que se Mueve” (JQM) invitaron a un minuto silencio por el funeral de la corrupción. Los chicos criticaron a los candidatos que no asistieron al acto al que los habían invitado porque estaban haciendo campaña proselitista antes de tiempo y ensuciando las ciudades con pegatinas de afiches, sin respetar las normas que ellos mismos impusieron y sin respetar a la ciudadanía, dijeron.
Antes del acto central, los muchachos y chicas le dieron duro a la limpieza de plazas y munidos de sepillos, escobas, pinceles y pinturas hermosearon los espacios públicos. Pero, más que limpieza de calles y plazas, proponen la limpieza del Paraguay de la corrupción, para que sea un país con una sociedad más digna.
La jornada de barrido y pintura se prolongó desde las 8,30 hasta aproximadamente las 11 de la mañana y luego todos se concentraron frente al viejo Cabildo en donde con notable aplomo y convicción dirigentes juveniles como Pedro Valdovinos, Javier Canillas, Enri Giménez y Majo Macchi leyeron un manifiesto en el que explicaron los objetivos del movimiento JQM que volvía al escenario, luego de un tiempo.
Distribuyeron pulseras con los colores de la bandera paraguaya e invitaron a los concurrentes a erigirse en factores del cambio. Insistieron en que no eran un equipo de limpieza de calles, sino de jóvenes que aspiran un país limpio y para lograrlo, todos necesitamos primero limpiarnos por dentro.
Curiosamente, los jóvenes debieron compartir espacios de manifestación de sus inquietudes con el grupo de sus propios maestros que a unos metros de ahí reclamaban aumentos salariales.