miércoles, febrero 15, 2012

Pena mayor, delitos menores: Luego de 36 años en la cárcel por indisciplina, es indultado y sale libre

Miguel Montes Neiro y sus hijas (Foto: el mundo.es)
Los medios han dejado de contar historias pero de tanto en tanto nos llega una que nos conmueve, como la de Miguel Montes Neiro, un malagueño que permaneció 36 años en la cárcel y nunca mató a nadie sino que debe su particular prolongado encierro a negarse a hacer el servicio militar primero y a una cadena de fugas e intentos de escape y robos menores que hizo en esos tiempos de libertad tramada.
Fue indultado por la justicia española que quedó agobiada luego de que en Europa fueran liberadas personas que estuvieron envueltas en crímenes atroces porque no pudieron hallar las pruebas incriminatorias. Montes Neiro no es un criminal sino que un atorrante de primer nivel.
Una Justicia no puede llamarse así por encerrar 36 años a un díscolo, indisciplinado, travieso, enredador y escapista por más rebelde que resulte cuando sabemos que hay criminales que están mucho menos tiempo entre rejas.
El feliz indultado dice que vivirá de moldear el barro y vender arte y de “lo que Dios tenga para mí que algo bueno tendrá porque no soy un bicho”.
Dios es el primer ceramista del que se tengan registros. Moldeó en barro su obra maestra y seguro, tiene tareas y enseñanzas para quien confía en Él.
Montes Neiro es diferente a Crescenciano Irala Gómez, 51, preso indultado por el gobierno paraguayo que luego de 10 años de cárcel. Hace unas semanas recuperó su libertad por buen comportamiento tras las rejas y acaba de asesinar de 26 puñaladas a su mujer para luego suicidarse él.
De ese tremendo acto, emergen 7 huérfanos que deben enfrentar la vida a partir de tan traumática experiencia.

martes, febrero 14, 2012

Eternit-asbesto: Un drama sobre el que el gobierno paraguayo debe reflexionar y actuar pronto


Un tribunal de Turín (norte de Italia) acaba de condenar a 16 años de cárcel a dos ex directivos de la multinacional Eternit, el multimillonario suizo Stephan Schmidheiny, de 65 años, y el ex accionista belga, el barón Jean-Louis Marie Ghislain de Cartier de Marchienne, de 91 años. Los halló culpables de provocar la muerte por cáncer, de 3.000 personas con el uso de amianto en sus materiales de construcción.

Para empezar digamos que la Secretaría de Emergencia Nacional usa placas de Eternit para auxiliar a familias de escasos recursos cuyas casas son afectadas por temporales.
Pero volvamos al “megajuicio” que duró varios años y fue considerado “histórico”. Conocí personalmente a Schmidheiny quien estuvo varias veces en Paraguay como mentor y financista de un movimiento regional de vasto alcance vinculado al desarrollo sostenible.
Había creado la gigantesca ONG AVINA (Acción para la Vida y la Naturaleza) con el objetivo es promover el desarrollo sostenible, vale decir que la generación presente no perjudique ni agote recursos como el suelo, el agua, el aire para que con conciencia de sustentabilidad, los deje en condiciones similares o mejores aún para las generaciones futuras.
Trabajé en esa organización y me tocó iniciar una experiencia de comunicación para el desarrollo sostenible en Paraguay que luego se replicó en otros países de la región.
Su padre había creado Eternit y era considerado el “Rey del asbesto”. Stephan llegó a hombrear bolsas de ese material en una de sus fábricas del Brasil y cuando la ciencia descubrió que ese material principal de tanques, techos y otros artefactos eran cancerígenos, lanzó la alarma.
No pudieron detener la producción de la noche a la mañana y mientras se tomaban decisiones cruciales, el padre renunció a la empresa y Stephan tomó las riendas para vender las industrias y reorientar la gestión del grupo hacia la banca y otras actividades. En ese plan encumbró la riqueza familiar y llegó a situarse entre los 100 hombres más ricos del mundo.
Leo ahora en los diarios que la sentencia fue recibida con aplausos y vítores por víctimas y familiares y que Stephan y su socio fueron hallados culpables de provocar de modo intencional una catástrofe y haber violado las reglas de seguridad en sus fábricas de Italia, que funcionaron de 1976 a 1986.
No puedo ocultar mi pena por la situación que enfrenta un hombre que desde su poderío económico planteó revertir, promoviendo una filosofía de desarrollo sostenible en América Latina –el escenario de gestión de AVINA- el daño que sus empresas provocaron.
Y veo con preocupación que la Secretaría de Emergencia Nacional, cada vez que un temporal rompe techos de poblaciones campesinas, envía placas de Eternit para reponer lo que se quebró sin reparar que el asbesto –principal componente- es carcinogénico.

Amianto
El amianto, usado durante décadas como material milagroso por su resistencia al calor y al fuego, fue prohibido en toda la Unión Europea en 2005 cuando entró en vigencia una directiva de 1999, y ahora se milita por una prohibición mundial con el fin de que el drama no continúe en los países en desarrollo.
Sin embargo, el asbesto sigue siendo utilizado en otros en vías de desarrollo, entre ellos casi todos los de América Latina, incluido Brasil.

miércoles, febrero 01, 2012

Lamentamos decirle que usted no tiene cabida en este mundo

Carperos (sin tierras), indígenas, mineros buscadores de oro están viviendo en nombre del progreso un tiempo de despojos de su sustento de vida y no estamos reflexionando sobre lo que realmente está aconteciendo y a lo que esta situación nos conduce.

Señor indígena: lo sentimos mucho pero este bosque en el que usted encuentra la miel para su familia, las frutas, los frutos del arroyo puede ser mejor aprovechado cultivando aquí soja. Como usted no tiene el título de propiedad le pedimos que abandone el lugar y nosotros lo vamos a explotar para producir alimentos para el mundo.

Señor buscador de oro de Paso Jobay: Esta empresa obtuvo los derechos de explotación industrial del oro que hay aquí. Si bien ustedes lo venían explotando a nivel artesanal, les pedimos que se retiren porque tenemos los derechos para hacerlo y obtener los mejores resultados posibles.

De algún modo estas frases que suenan lacónicas han sido pronunciadas y lo que en realidad están diciendo es que un creciente número de personas no tiene lugar en este país. Es como que vengan a decirle a usted: lo sentimos mucho pero usted está demás. Búsquese otro lugar.
Hubo un tiempo en que los que recibían ese ultimátum, vendían sus pertenencias e iban a España, Estados Unidos de América, Italia pero ocurre que por aquellas comarcas también han comenzado a decirles que están de sobra y no hay lugar para ellos.
Gente desesperada que no sabe qué hacer ante el ultimátum ha venido a la Plaza Uruguaya a gritar en la ciudad que no tienen lugar dónde estar y ¿qué pasó? Pues que los asuncenos les dijimos que salgan de ahí inmediatamente. No sólo eso sino que empezó a enrejarse la plaza.

Protestan
Claro que protestan porque ellos ven que los extranjeros que tienen mucho dinero están comprando las tierras sobre las que ellos creen tener derechos por haber nacido aquí.
No son escuchados. Se les dice que son “nazis” y por ende un peligro para la sociedad y el progreso. Les manifiestan que deberían avergonzarse por estar espantando las inversiones extranjeras que el país necesita para crecer y proyectarse.
Todos los medios son usados para exponérseles que lo mejor que pueden hacer es ir a trabajar ¿Dónde?
El gobierno tiene un plan de subsidio para los que no tienen nada que comer y es criticado por que entrega pescado a la gente en vez de enseñarles a pescar. “Les están dando comida a los haraganes, fomentando la indolencia”.
Un momento. Los que hoy son denominados carperos (sin tierras) eran campesinos que tenían sus parcelas donde producían. Los pequeños mineros aseguraban su sustento haciendo extracciones de un modo artesanal y los indígenas vivían en sus bosques de lo que la naturaleza generosamente les proveía. El bosque era un supermercado para ellos y conocían sus tiempos, su comportamiento, sus ofertas.
Pero ocurre que se les ha sacado su fuente de sustentación y ahora se los trata de haraganes y no se les dio opciones, ninguna oportunidad de cambiar su cosmovisión, su estilo de vida sino que fueron y son despojados para abandonárselos a su suerte.
Se los ningunea. Se dice que son ignorantes y haraganes que no entienden que existe un “nuevo orden global que privilegia el conocimiento y la competitividad” contra el que se manifiestan simplemente porque son nazis, ignorantes y haraganes.
…y están pidiendo espacios para trabajar….