sábado, diciembre 22, 2007

"Paró el motor, acabó el combustible. Intentaré un aterrizaje forzoso!!!"....."Dios mío!!!"



De todas las opciones que tenía el piloto Antonio Alfredo Ramón Villalba Jara (46)cuando se percató de que el combustible que había cargado a la aeronave para llegar al aeropuerto internacional de Asunción (Paraguay) procedente del Chaco, tomó la peor.
Él y otras 5 personas venían navegando en medio de un mal tiempo y debieron hacer maniobras que demandaron mayor consumo de combustible. Villalba Jara, pudo haber intentado bajar en el aeropuerto de Villa Hayes o intentar acuatizar en el río Paraguay, pero se jugó a llegar al aeropuerto de Asunción. Lamentablemente quedó a unos 7 kilómetros del objetivo. Murió junto a otros cuatro: Zulma Gonzalez de Garay (49), María Soledad y Adriana Silva Cabrera (26 y 30) y Alfredo Roa Lafarja (22).
En vez de tomar una decisión, el piloto hizo una apuesta. Una mala apuesta. Felizmente Ruth Cáceres de 18 años, se recupera de politraumatismos en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social de Asunción. El Accidente se produjo el lunes 17 de diciembre.

lunes, diciembre 17, 2007

Papelón de medios y los políticos colorados

En medio de un empate técnico, no está claro quien ganó las internas del Partido Colorado en Paraguay, de cara a las elecciones generales del próximo año pero ya afloraron algunos papelones que merecen ser tenidos en cuenta : 1- El error de los medios que anunciaron en base a encuestas de “boca de urna” el triunfo claro de la candidata oficialista Blanca Ovelar por alrededor de 6 puntos; 2- La pretensión de la candidata de aprovechar ese momento comunicacional favorable para inventar el anuncio de un “triunfo contundente”; 3- la invitación del Presidente de la República Nicanor Duarte Frutos a Luís Castiglioni “a no hacer el ridículo, reconocer su derrota y trabajar todos juntos por el Partido Colorado”.
Los jueces electorales hablaron claramente de un empate técnico y se llegó a mencionar una diferencia del 0,90% cuando se contabilizó el 90% de los votos.
Blanca llegó a asegurar muy suelta de cuerpo que su victoria era incluso por un margen superior y situó su triunfo por encima del 8%. El ridículo está y los medios no escapan a él. Hay un empate técnico y ya Nicanor y sus partidarios debieron poner urgentemente paños fríos a la situación para evitar una polarización radical y una situación de enfrentamiento.
Quedó claro además que la ciudadanía considera efectivamente que el voto es secreto y no está dispuesta a rendir cuentas públicas de su veredicto, sobre todo en circunstancias en que hay presiones indebidas de parte del poder político para que el funcionariado público vote por el candidato oficialista, como en los momentos más negros de la vida política de la República.
Tal vez gane Blanca efectivamente pero evidentemente no habrá contundencia lo que es una buena noticia para la ciudadanía paraguaya.
Ello porque todos hemos visto cómo se usó el poder económico del Estado, el dinero público de los paraguayos, para ganar aparatosamente las internas del Partido Colorado (gobernante hoy en Paraguay) y de producirse, la victoria será pírrica.
Al menos, no sustentará el temor de que haya una continuidad del gobierno colorado -60 años en el poder- luego de abril del próximo año.

viernes, diciembre 07, 2007

Mennonitas: Éxito socioeconómico que no podemos dejar de intentar copiar y analizar

Cosecha y siembra simultáneas en la chacra de un campesino mennonita (Friesland, Paraguay)

Cuando visito una colonia mennonita y veo superación constante, desarrollo, trabajo, planes de inversión, esfuerzos en el frente de la educación y capacitaciones, constante generación de riquezas, invariablemente siento una decepción por el hecho de que erramos profunda y sistemáticamente en nuestras observaciones sobre las razones de la pobreza que vive el Paraguay, fuera de las colonias mennonitas.

Culpamos a “los demás” pero difícilmente buceamos en nuestras propias falencias y no nos percatamos de que está en nuestras manos corregir muchos de los errores que nos impiden mejores días. Somos persistentes en culpabilizar a otros y hasta podríamos decir que en lo único que somos persistentes, es en nuestra cultura de la pobreza.
Me comentaba un mennonita que lleva adelante un programa de cooperación con sus vecinos en el Chaco que pintaba muy bien el cultivo de sésamo y se acercaban momentos importantes porque habría una cosecha excelente.
Llegó la Semana Santa y el sésamo lucía todo su esplendor. Habría que cosecharlo entre el miércoles y el sábado pero se encontró con una resistencia absoluta de los campesinos que consideraron una locura cosechar en Semana Santa. Sería un pecado imperdonable y se expondrían a un castigo inmisericorde de Dios.
No habría perdón si la cosecha no era aguardada hasta el Lunes de Pascua. Cuando se intentó la cosecha ese día, las vainas se habían abierto y el precioso sésamo regaba el suelo chaqueño. Se había perdido la cosecha y si unos días antes se vaticinaban días mejores, ahora habría que hacer frente a una situación de extrema dureza. Todo el sacrificio de la siembra, había sido en vano.

¿Cómo se interpreta esto?
¿Es una prueba dura a la que Dios nos somete como sacrificio que nos impone en el camino de alcanzar la gloria?, o ¿Es que han interpretado erróneamente la palabra de Dios y sus intérpretes, por un error, convirtieron al Señor en un ser perverso que condena a un pueblo a la miseria?
Es fácil entender que haya gente deambulando en busca de dioses más benignos y que en esa búsqueda cometa gruesos errores al dejarse manipular por falsos profetas que les presentan ídolos falsos. Los mennonitas tienen el mismo Dios que los católicos pero lo interpretan de un modo diferente.
Veo la cruz de los mennonitas y está vacía. La cruz católica tiene a Jesús atornillado. Aquí aparece una diferencia que me parece fundamental, crucial, decisiva. Para los mennonitas hay un ser que vino a sacrificarse por nosotros pero resucitó y está vivo. Es el hijo de Dios que les pide levantarse, trabajar y producir. Trabajar y ayudarse para vencer.
Del otro lado, hay un Jesús vencido, humillado en la cruz. El énfasis está en el sacrificio y por qué no, en la derrota. Es un tema que el teólogo Alfred Neufeld estudió profundamente y planteó como una de las causales del pensamiento fatalista que domina al campesinado paraguayo.
El razonamiento estriba en la visión de que si Jesús quien vino a salvarme fue garroteado, humillado y crucificado, quien soy yo, humilde mortal para vencer a las adversidades. Desde esta perspectiva, la pobreza tiende a ser un estado sostenido y no una situación pasajera. Y así para las demás dificultades.
Se suma a ello el hecho de que fueron los Franciscanos los que acompañaron a los conquistadores y es sabido que ellos hacen de la pobreza una virtud y fijaron pensamientos que no contribuyeron a instalar una visión más triunfalista y desarrollista de la existencia.
Desde luego que no es tan simple la resolución de los problemas socioeconómicos que nos aquejan pero al menos, queremos plantear otras maneras de ver la situación y ayudar a construir formas de solución. ¿La religión católica está contribuyendo a rescatar a la sociedad de la pobreza?

lunes, diciembre 03, 2007

Friesland-Paraguay: Excelente lección mennonita de exitoso combate a la pobreza

Una muestra del espiritu cooperativo mennonita. Mujeres, hombres y niños preparan el "Bortsch" para mil personas. Se trata de una comida típica rusa incorporada a la cultura anabaptista.

Llegaron pobres, pasaron momentos difíciles pero vencieron a la pobreza. Me tocó estar en estos días en la celebración del 70º aniversario de la fundación de la colonia mennonita Friesland, un pujante enclave de desarrollo que es una isla rodeada de comunidades muy pobres, justo en el Departamento de San Pedro, el más pobre del Paraguay. Las claves fundamentales del éxito mennonita, están en la organización cooperativa, la cultura de trabajo honesto, la educación y en creer en un Dios vivo que les apoya en su lucha contra las dificultades que invariablemente terminan siendo vencidas.

Perseguidos por su radicalismo (exigencia de separación de Iglesia y Estado, negación al uso de armas, rechazo del servicio militar, etc.) los mennonitas, anabaptistas o anabautistas han sido perseguidos desde el siglo XV cuando fueron organizados por el ex sacerdote católico Menno Simons en Suiza y los Países Bajos.
Trabajadores, organizados, en suma, promotores de desarrollo han tenido sin embargo el apoyo de visionarios que vieron en ellos factores positivos y les abrieron espacios donde desarrollar su cultura y producir. Así fue en la antigua Prusia y en Rusia donde alcanzaron esplendor económico y cultural hasta que la Revolución Bolchevique los aplastó y debieron huir con lo que tenían puesto.
El gobierno paraguayo de la preguerra con Bolivia, invitó a los mennonitas que buscaban un lugar en el planeta donde desarrollar su cultura sin presiones. Sus exploradores llegaron hacia finales de la década del 20 y se manifestaron satisfechos con instalarse en el Chaco Central. Cuentan los memoriosos que llegaron en abril, justo cuando el Chaco es un vergel verde pletórico de naturaleza y belleza y quedaron entusiasmados.

De Rusia al Chaco
Sólo que cuando a finales de año, en pleno verano seco e inmisericorde, los rubios mennonitas pisaron suelo chaqueño, enfrentaron una situación adversa. De la fría Rusia al tórrido Chaco, muchos no soportaron el calor y la sequía y en esas circunstancias el sueño de la tierra prometida se convirtió para muchos de ellos en una pesadilla.
Poseedores de una fe inquebrantable, encontraron en la Biblia la fortaleza espiritual y moral para enfrentar la adversidad como ya aconteció en otros momentos de su historia. Se instalaron y cultivaron. Ataques de langostas aniquilaron sus primeras cosechas pero como la fe jamás los abandona da la impresión de que ninguna dificultad es suficiente para acobardarlos.
Como si no les faltaran complicaciones, cuando las cosechas empezaron a ser generosas, sobrevino la Guerra del Chaco contra Bolivia que se prolongó entre 1932 y 1935. Las colonias mennonitas del Chaco Central se convirtieron en un oasis de paz en un escenario de guerra y hoy son un portento de desarrollo moderno que convive en un mismo momento histórico y en un mismo espacio geográfico con comunidades de campesinos de tercer mundo y culturas de la edad de piedra a la que pertenecen tribus silvícolas que como tal vez no acontece en ninguna otra parte del mundo, aún no entraron en contacto con el hombre blanco. Nos referimos a los ayoreo totobiegosode.
En 1937, un grupo de mennonitas del Chaco creyó que tendría mejores perspectivas en la Región Oriental del Paraguay y fue así que 135 familias fundaron Friesland que ahora cumplió 70 años.
Allí y ahora, una comunidad de un poco más de 200 familias, cuenta con más de 65 mil hectáreas donde la producción apunta a rubros tales como soja, girasol, maíz, sorgo en el frente agrícola y en el frente ganadero la producción de carne y leche está creciendo en forma sostenida con un elevado índice de eficiencia. Algunos de los cultivos ya se hacen guiados por GPS.
Asimismo, la industrialización avanza a pasos agigantados en rubros vinculados con lácteos y derivados, alimentos balanceados, la exportación de carne y subproductos.

Compromiso con el medio y los vecinos
El doctor Hans Theodor Regier, presidente de la Cooperativa Agrícola Friesland Limitada y titular de la Asociación Civil que rige la vida de la comunidad –dicho sea de paso, distinguido como Joven Sobresaliente del Paraguay por la Cámara Juniors en el año 2003- ha reafirmado el compromiso de la comunidad de Friesland con el respeto a los recursos naturales como agua, suelo, aire y desarrolla planes de reforestación que incluso inculcan a las comunidades vecinas con las que interactúa y con las que desarrolla el plan de Cooperación Vecinal en San Pedro (COVESAP).
Uno de los aspectos que justamente distingue de un modo especial a Friesland, es COVESAP en virtud del que 200 familias de ahí, cooperan con el desarrollo de más de 700 familias de poblaciones como Ríos Ruguá, San Alfredo, Carolina, Costa Tapiracuay, entre otras.
Vale decir que una familia mennonita coopera con más de tres familias de pobres y el objetivo no es otro que el de mostrar el camino para alcanzar un desarrollo más equilibrado en la zona.
En el proyecto de cooperación hay componentes educativos, sanitarios, organizativos, productivos, comerciales así como otros vinculados con el mejoramiento de la infraestructura caminera.
Gran parte de los fondos provienen de los colonos de Friesland que impulsados por sus principios bíblicos cumplen así una función que le corresponde al Estado paraguayo.
Para un país como el Paraguay en el que gran parte de la sociedad vive atrapada por la pobreza estructural, es interesante aprender de la vida de los mennonitas, para los que la pobreza –según lo han demostrado una y otra vez- siempre es meramente coyuntural.