viernes, septiembre 27, 2013

Violencia en el futbol: La próxima será la roja…

Creyentes brasileños se están preparando para accionar durante el Mundial de Futbol 2014. Desarrollarán una campana evangelistica y distribuirán palabras de salvación en tarjetas amarillas. En posición de árbitros y con un silbatazo, entregarán las cartulinas a los hinchas con la “advertencia arbitral” de leer el mecanismo de salvación establecido por lo Alto para salvarse de la tarjeta roja de Dios que puede ser la próxima.
Entienden que un evento movilizador de multitudes no puede pasar por alto como oportunidad para difundir el mensaje y se nos ocurre que es un buen ejemplo para accionar en Paraguay donde la violencia que rodea al futbol con el enfrentamiento a muerte, entre hinchas, convierte a un espectáculo otrora pacífico y apto para la familia en un desafío para intrépidos.
Los equipos de Cerro Porteño y Olimpia no pueden jugar en un mismo día porque sus barras bravas se buscan para tenderse emboscadas y “en el mejor de los casos” agredirse a pedradas. La verdad es que no son pocas las muertes por armas de fuego.
Lo más curioso es que en vez de atacarse de raíz el problema, se considera ese hecho cavernario como natural “porque es así y no se va a poder cambiar” (¿?) y la Policía dispone que no se jueguen partidos de ambos equipos en un mismo día, lo que quiere decir que la violencia impone su ley.
Pero el colmo de todo es que como hay tanta sed de violencia, da la impresión de que al recurrirse a la táctica de separar los partidos de Cerro y Olimpia, esa es la razón por la que las hinchadas divididas de ambos equipos, se enfrentan entre sí. Ya que no hay rivales a los cuales agredir “agredámonos entre nosotros” parece ser la consigna.
Y puede que el equipo este jugando de un modo precioso, ganando partidos e incluso liderando el campeonato y la televisión muestre que en las gradas las peleas entre hinchas de un mismo club, se agreden de un modo inmisericorde.

Si la porción decente de la sociedad no logra imponer las reglas del respeto, el próximo paso será ir a los estadios con cascos.

miércoles, septiembre 11, 2013

Se ruega no llevar los grifos, las chatas y los gallos

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Desde un principio se instalaron en nosotros dos sensaciones en torno a la construcción del nuevo Hospital de Clínicas con calidad japonesa al servicio de paraguayos:

1-     Es un privilegio que los paraguayos de menores recursos tengan acceso a la más alta tecnología hospitalaria.
2-      ¿Será que lograremos ajustar las conductas de los usuarios del hospital al nivel de respeto y compromiso que el privilegio de una atención tecnológicamente moderna necesita como contrapartida?

Hoy notamos el enorme esfuerzo que los administradores del Hospital deben realizar para que la grifería no sea saqueada, estropeada y poner freno a la apropiación indebida de bienes que son públicos, por parte de los internos.

Es un proceso que requiere de paciencia y perseverancia en una sociedad en la que el concepto de “lo público” no se comprende correctamente. 

En efecto, se considera que “lo público” es del que momentáneamente se encuentra en el poder y cree que tiene derecho a robarlo.Pero además se interpreta que “lo público” no le pertenece a nadie en particular y entonces uno puede apropiarse sin problemas. 

Ocurre con las hamacas de las plazas que son llevadas a casas de vecinos que entienden que como la hamaca “no es de nadie, yo traje a casa”.Así parece que ocurre con los grifos de los lavabos del nuevo Hospital de Clínicas o con las chatas y palanganas, por ejemplo.

Por eso, la amable sugerencia de LA JEFATURA, de no sacar las griferías  ni llevar los útiles hospitalarios que son para el uso de todos los internos.