miércoles, abril 30, 2008

Las sandalias de Fernando Lugo contra la vanagloria de los Presidentes del pasado

(Foto publicada por el Diario Ultima Hora)
La foto volteada del Presidente Nicanor Duarte Frutos en una oficina pública en señal de protesta por sus falsas promesas, nos plantea un tema que Fernando Lugo ha de enfrentar con criterio de cambio. Debe archivarse la práctica del endiosamiento de la persona del Jefe de Estado y suplantarla por símbolos más institucionales y patrióticos. No más fotos del Presidente en las oficinas del Estado y sí más banderas y temas con los cuales embanderarnos.

Tal vez no estemos de acuerdo con ello pero el anuncio de que las sandalias serán el calzado presidencial por excelencia, nos ubica ante un mensaje de modestia y humildad que tiene un indudable componente tranquilizador frente a las muestras de arrogancia e irrespeto que hemos sufrido los paraguayos con Nicanor Duarte Frutos como Presidente de la República.

Nada más asumir la Primera Magistratura de la Nación, ha sido norma hasta hora que inmediatamente la foto del Jefe de Estado ilustre las paredes de las oficinas públicas. No ha sido más que una manifestación de gloria vana, muestra de petulancia hueca al servicio del engreimiento de la persona, al servicio de su inmodestia, promotora de pretensiones de más poder y perpetuación en el poder.

En efecto, Nicanor dijo que venía del Paraguay profundo pero cuando le dieron el trato de “Su Excelencia” se tragó de inmediato la idea de que era un ser superior, infalible en posesión de la verdad y se hizo distante, prepotente, avasallador, inútil a la causa de un mejoramiento sustancial de la calidad de vida, hasta que perdió la estima de la sociedad.

Ni por asomo tememos que Lugo caiga en la trampa del poder pero es momento de hablar del tema y entender que los cambios deben incluso alcanzar a la simbología del personalismo inconveniente, de la soberbia estúpida e instalar en las oficinas del Estado, signos y mensajes claros orientadores positivamente de los nuevos tiempos y de los mejores propósitos para la nación.

domingo, abril 27, 2008

Se acabó la plata dulce que el gobierno usaba para tener “buena prensa”

(haga clic sobre el gráfico para ampliarlo. Fuente: diario abc color)

El nuevo gobierno surgido de las urnas el pasado 20 de abril, tomó la decisión de poner fin al “uso periodísticamente persuasivo” del dinero de Itaipú y Yacyreta y suspenderá toda publicidad estatal innecesaria. El gobierno que se va, gastó más de US$ 23 millones en 5 años, para promocionar supuestas obras y comprar conciencias de periodistas-comisionistas que incluso –muchos de ellos, financiados por ese dinero- torpedearon propuestas patrióticas.

El nuevo vicepresidente Federico Franco, se encargó de avisar que no habrá más avisos de favor y que el dinero se utilizará en otros fines socialmente correctos.
Hubo gastos ilegales en publicidad y el proceso se desbordó en el período preelectoral cuando el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, candidató a Blanca Ovelar para sucederle. El gasto se orientó a lograr “buena prensa” para la candidata cuyos movimientos indudablemente tuvieron buena cobertura informativa, de la mano de la jugosa propaganda estatal en los medios.

El dinero dulce de Itaipú y Yacyretá, incluso sirvió para favorecer intereses de Argentina y Brasil. En efecto, cuando Fernando Lugo planteó como base de su campaña política, lograr mejores beneficios de Brasil y Argentina en la administración de la hidroenergía, se encontró con comentarios de periodistas-comisionistas, acerca de que presuntamente estaba creando falsas expectativas y engañando al electorado porque en el caso de Itaipú el propio tratado establece que debe esperarse 50 años desde su firma para una renegociación.

Es decir, el dinero público paraguayo sirvió para que la candidata Blanca Ovelar tuviera buena prensa, en un sector del periodismo nacional y estimulara sentimientos antipatrióticos en varios periodistas que fueron virtualmente sobornados.

No obstante, el gobierno brasileño se avino ya a estudiar nuevas condiciones para el pago al Paraguay por el uso de la cuota de energía que le pertenece. Se dejó en claro que la ley 1297/98 inhibe a las instituciones del Estado realizar propaganda pagada en los medios, salvo convocatorias a licitaciones, edictos, promoción de campañas informativas de tipo sanitario o educativo en temas de interés general o de defensa del consumidor.
Incluso, es posible que una investigación judicial, sancione a los culpables del uso indebido de dinero público en publicidad.

viernes, abril 25, 2008

La deshonestidad del empresario-periodista Humberto Rubín



Tres días antes de las elecciones generales que desde las urnas catapultaron a Fernando Lugo como Presidente de la República, el empresario-periodista Humberto Rubín protagonizó una reacción violenta contra el candidato que comunicó su decisión de no asistir al debate de los cuatro principales candidatos que había organizado en Telefuturo. Entre otros epítetos, Rubín dijo que Lugo era un “estafador de anunciantes y trabajadores” y que no votaría por el por su irresponsabilidad, dijo que era un inmaduro, un mentiroso, un desequilibrado y cobarde, algo así como un peligro para la nación.

Para situar el escenario, señalemos que Rubín es un privilegiado beneficiario de la publicidad estatal. La publicidad estatal en Paraguay es un instrumento utilizado por los gobernantes de turno para premiar o castigar a los programas periodísticos según su línea “amigable” o contestataria, financiándolos o justamente, retirándoles el balón de oxígeno.
Hoy día los periodistas ya no son apresados como en tiempos de Stroessner. El aviso estatal es la zanahoria o el látigo.

El empresario Rubín
Ya hemos manifestado en un comentario anterior que en su programa de televisión, para cuidar ciertas apariencias, Humberto es el conductor y su hijo Hugo actúa de soporte periodístico pero por una metamorfosis, el periodista se convierte en locutor comercial y anuncia las bondades de Itaipú.
Esto, no es lo correcto. Un periodista se ocupa de lo periodístico y un locutor comercial de la tanda publicitaria pero aquí, la facturación es mayor si es el periodista el que anuncia publicitariamente porque su voz –teóricamente- es más creíble. La esencia del periodismo es la defensa de la verdad, luego, cuando el periodista anuncia lo bueno del mandamás de Itaipú, es en defensa de la verdad. Naturalmente así, el aviso se factura mejor.
Volviendo al eje central de nuestro planteo, está claro que según su conveniencia o no, los candidatos presidenciales tienen el derecho a elegir el momento de aparecer y el lugar dónde aparecer y nadie puede reprocharles ese derecho que estriba en una serie de evaluaciones.

Tampoco el momento de la decisión. Si un candidato se entera a última hora que están tramando maniobras electoralistas para perjudicar su imagen, puede tomar la decisión en el momento que él cree más oportuno y no ser catalogado por eso como un “estafador de anunciantes”.
Lugo sería genuinamente un estafador de anunciantes si previamente formalizó un contrato con los anunciantes que luego no cumplió. Cabe hablar de una estafa a los anunciantes si se facturó una tarifa mayor por publicidad en el programa, a cambio de que se asegurara que se contaría con la presencia de Lugo y a todas luces un compromiso así sólo puede ser aventurado por el productor del programa, por Rubín, no por el invitado. Aquí hay mucho margen para especular sobre lo que realmente se tramó, pero no lo haremos.
Si consideramos que Lugo triunfó por casi 200 mil votos de diferencia, está claro que tomó decisiones correctas, también en lo que atañe a los debates que eligió para concurrir.
Que quede claro que Rubín tiene derecho a reprochar. Por supuesto que si. Es libre de hacerlo e incluso de elegir el tono y la intensidad del reproche, salvo que esa intensidad vulnere ciertos niveles y pueda catalogarse de un abuso.
¿Qué es lo que dijo Rubín de Lugo? Habló de su “tremenda irresponsabilidad” que se burló de la prensa, de los obreros a los que trabajan. Dijo que en algún momento dado pensó en votar por Lugo pero “me di cuenta de todas sus mentiras, su falta de madurez, su desequilibrio”. Advirtió a los telespectadores sobre el riesgo de “si ese potencial que está ahí, cae en sus manos” (en las manos de Lugo).
Advirtió además que un obispo dijo que el 99% de lo que se dice de Lugo es verdad. “Es gravísimo lo que estás haciendo” expuso dirigiéndose a Lugo y refiriéndose al haber faltado a su programa. Nos preguntamos por qué puede ser gravísimo no asistir a un programa de Rubín ¿Por qué?
Los Rubín acusaron de cobarde, traidor y mentiroso al candidato y remataron con que era para no creerle absolutamente nada. Me comentaron que llegó a decir que era incluso un “muerto, estafador”. En suma, Lugo era la encarnación de la catástrofe como persona. Me comentaron que dijo
Maravillas de Itaipú, tres días antes de las elecciones, más que un cuestionamiento periodístico, estábamos claramente ante golpes bajos. Pero insistimos, Rubín tiene el derecho de cuestionar, sólo que hay un detalle que desnuda en toda su dimensión la deshonestidad del periodista y que justifica el dedo acusador apuntando a Humberto Rubín.
Cuando el domingo de noche se confirmó el triunfo de Lugo, lo coherente con esa rigurosa línea cuestionadora expuesta en el video que les presentamos hubiera sido que Rubín expusiera su preocupación por los días negros que se avecinan para el país que va a ser gobernado por esa catástrofe de ser humano que según él, era Lugo.
Pero no. Maravillas de los intereses empresariales ante el riesgo de perder en el futuro la jugosa publicidad estatal, Rubín festejó ruidosamente el triunfo de Lugo en su radio. Por si el mensaje radial festivo, comercialmente correcto, fuera insuficiente, amplificó su voz celebratoria del triunfo de Lugo, poniéndose en contacto con Telefuturo para amplificar su mensaje de alegre bienvenida a “por fin el cambio tanto tiempo soñado por todos”
Claramente, un acto de doble discurso según los intereses económicos en juego, un caso de doble moral. Un ejercicio de deshonestidad.
Humberto Rubín, quien no te conozca que te compre.

martes, abril 22, 2008

Descalcomanización: Fenómeno producido entre el domingo de noche y amanecer del lunes



Clic sobre la foto para ampliarla
La descalcomanización es un proceso en virtud del que los seguidores de una fórmula política en Paraguay que acaba de ser derrotada en una pugna electoral, despojan a sus vehículos –entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana del día siguiente- de todo distintivo promocional alusivo a dicha fórmula política perdedora.
Unos 100 mil vehículos fueron liberados de calcomanías entre la noche del domingo 20 y el amanecer del lunes 21 de abril en Paraguay, luego de conocerse el triunfo de Fernando Lugo y la derrota del Partido Colorado, luego de 61 años en el poder.

La calcomanización de vehículos es una práctica que tiene varias vertientes en el Paraguay. En efecto, están los fanáticos que simplemente se embanderan con determinadas candidaturas y aceptan de buena gana la pegatina de calcomanías alusivas a la promoción de los candidatos que les caen simpáticos.
Pero, el club de calcomanistas se nutre de otro segmento importante que incluye a usuarios que buscan darle un uso disuasivo-inductivo de las calcomanías en sus respectivos vehículos. Por ejemplo, no tienen las luces de reglamento ni sus licencias de conducir o chapas de vehículos en orden y aún así, se aventuran por las carreteras nacionales.
Claro, como lucen distintivos favorables a los sectores de poder, lo más probable es que sólo reciban un flexible reproche y una simpática cuan amable recomendación a superar el descuido de la falta de luces de reglamento u otra irregularidad que sin embargo, será rigurosamente castigada en un irreverente descalcomanizado.
Pues bien, hasta el domingo de noche, miles y miles de vehículos circulaban con inscripciones promocionales de la candidata a Presidenta de la República por el Partido Colorado, Blanca Ovelar.
El reconocimiento de la señora Ovelar alrededor de la hora 21 del domingo de que su candidatura había sido derrotada, obró el milagro y millares de seguidores comenzaron de inmediato el proceso descalcomanizador de modo que para sorpresa de propios y extraños, el lunes no circulaba por ninguna arteria de Asunción ni rutas internacionales o troncales, vehículos con las calcomanías de las que les veníamos hablando.
Podría parecer un acto de desconsideración o de hipocresía pero no nos aventuraríamos al uso de calificaciones tan duras. Lo que si se puede asegurar es que nadie quiere conducir el carro de la derrota.
Esto es absolutamente verídico.

lunes, abril 21, 2008

El contador de votos me arrancó de adentro los años de frustración y lo sustituyó por una inmensa alegría

ELECCIONES HISTORICAS EN PARAGUAY-20 DE ABRIL DEL 2008



El cambio es una deuda que la sociedad paraguaya tiene sobre si desde hace muchos años. Pensé que esta generación sería incapaz de darle a nuestros hijos una muestra de capacidad para sobreponernos al fraude y vencer a pesar del fraude y sin embargo, una emoción positiva indescriptible me invadió en este momento que muestro en el v ideo, en que en la Escuela Panchito López de Fernando de la Mora, como uno más de los que monitoreabamos el conteo de votos, pude registrar con una filmadora varios instantes parecidos en que el “contador de votos” repetía incesantemente y de un modo abrumador “Lista 6” con alguna ocasional alternancia de citas a otras listas.
Me estaba diciendo claramente –en el atardecer del 20 de abril del 2008- que la Alianza, Fernando Lugo y nosotros, habíamos logrado dejar atrás por la vía de las urnas, más de 60 años de monopolio del poder en manos del Partido Colorado y que aires renovadores empezaban a soplar en Paraguay.
No sabía cómo iría el conteo de otras mesas, de otras localidades del país pero, un latido extraño del corazón, un soplo indescriptible de frescura, una sensación incomparable de satisfacción me invadía en el momento en que este contador de votos, me arrebataba de adentro esa frustración de años e incorporaba en su lugar una inmensa alegría.
Y les confieso: Me siento formidablemente feliz de haber estado ahí para registrarlo.