Genio. Se nos fue. Habló de una enfermedad que lo tenía embromado pero la información es que murió Inodoro Pereira. Es un decir, ese personaje y muchos otros le sobreviven. Ahí está el chiste de ser genial humorista. Gracias Roberto Fontanarrosa, un curepa diferente.
Clarín nos dice que tenía 62 años y sufría en los últimos años de una enfermedad neurológica. Tal vez la edad de Inodoro Pereira. Profundo, filoso, gracioso hasta más no poder. Hubo días en que algunas de las tiras que publicaba en Clarín, me ayudaban a levantar el animo.
Tenía un cráneo así de grande donde cabían todos los chistes, todas las observaciones de la cotidianeidad y probablemente salían como por un embudo y se atropellaban al producir sus tiras, sus cuentos, sus textos. Creador de Mendieta, el perro callejero más filósofo, crítico y espectacular que haya tenido cabida en este mundo.
Y es una pena que tenga que morir Fontanarrosa para elogiarlo. Por qué no le habré escrito un mail para que cuando iba muriendo, recibiera el agradecimiento de quienes lo admiramos y nunca supo. O lo sabía. Claro que lo sabía. Los genios son conscientes de que son diferentes y se los quiere pero lo ocultan porque al menos él, era el primero en disfrutarlo.
Gracias viejo!!
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