martes, septiembre 20, 2011

La aftosa, fiebre de la irresponsabilidad

Todo indica que una debilidad en la conducta productiva, abrió la rendija para el brote de aftosa que produce multimillonarias pérdidas a la economía paraguaya. Esta situación nos ubica ante una ineptitud empresaria que interrumpe un proceso exitoso y que nos obliga a pensar en la necesidad de sancionar a quienes desatienden sus responsabilidades y terminan produciendo un daño que nos afecta a todos.

Se habla de probables pérdidas superiores a los 500 millones de dólares pero es evidente que el daño podría aún ser mayor.
¿Que falló? ¿dónde flojearon los controles? Todo como consecuencia de que subyace en la mentalidad de muchos una cultura del “upeichante” del "non calentarum, largum vivirum", un estilo provinciano de producción, desconectado de los compromisos que el mercado mundial establece con rigor.
Frecuentemente el empresariado pide al Estado que invierta en tecnología, en laboratorios para acompañar el proceso de crecimiento cualitativo de la producción.
Y se realizan esas inversiones y se capacita la gente pero allá en el fondo, una penosa conducta errada que estriba en una desatención, termina produciendo un enorme perjuicio.
Que el gobierno desestime todo pedido de moratoria o de subsidios por pérdidas ganaderas, causadas por la irresponsabilidad.
El dinero público no debe orientarse a financiar la ineptitud. Hacerlo sería un despropósito.

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