viernes, agosto 17, 2012

Julian Assange, el poder y el ciudadano

Más allá de lo que se juegan 1- el personaje Julian Assange, 2- el gobierno ecuatoriano que le dio asilo en su embajada en Londres, 3- el gobierno inglés que no acepta el asilo y dice que legalmente puede asaltar la embajada y detenerlo, 4- el gobierno sueco cuya justicia lo reclama para un juicio por violencia sexual y 5- el gobierno norteamericano que finalmente lo quiere por el papelón internacional de Wikileaks, el mundo vive expectante ante lo que pueda suceder.

Está por verse el funcionamiento de las instituciones supranacionales y comprobar si es cierto que en el concierto de las naciones, todas tienen el mismo derecho y no importa el poder militar o económico que un Estado pueda exhibir. Está por verse.
Hay una amenaza inglesa de asaltar la embajada ecuatoriana y detener a Assange adentro. Dice que una Ley de 1987 le autoriza pero eso viola tratados internacionales.

Entre algunos de los acontecimientos de los últimos tiempos que cualquier país no haría sino sólo los poderosos, recordemos que Estados Unidos invadió Panamá para detener a su presidente Manuel Noriega, acusado de tráfico de drogas.

El mismo país invadió Irak y para el efecto mintió que Sadam Hussein contaba con armas de destrucción masiva. Luego, instalada la creencia internacional de que había una razonable amenaza contra la seguridad internacional, procedió, dejando la estela de de lo que podría interpretarse como una gran farsa montada con objetivos específicos.
Nosotros mismos no estamos ajenos a amenazas parecidas y se ha llegado a publicar que algún parlamentario norteamericano planteó atacar las Tres Fronteras para combatir al terrorismo que, ellos tienen la certeza, se financia desde ahí.
Ecuador es un país pequeño, no es cifra. Su presidente Rafael Correa ha decidido desafiar al power otorgando asilo a Assange.

En Europa hay voces que apoyan a Suecia, un país serio que reclama la extradición del personaje para juzgarlo por violencia sexual. Suecia es una democracia madura con leyes estrictas y una justicia que combate ese tipo de atropellos.
Sin embargo, queda latente para todo el mundo que Suecia sería simplemente una escala en el viaje de Assange a los Estados Unidos para –como mínimo- ser condenado a cadena perpetua por haber publicado información codificada de cómo los EE.UU., intervienen en política interna de los países.
Wikileaks ventiló una serie de informes secretos que escandalizaron al mundo y avergonzaron al gobierno norteamericano.
¿Qué va a pasar? La historia nos cuenta que los países poderosos son voluntariosos, siempre hacen su voluntad ¿Será esta una excepción?.....está por verse.

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