jueves, julio 07, 2016

Aldo Zuccolillo

Cumple 87 años de vida Aldo Zuccolillo, uno de los hombres más influyentes durante las últimas décadas en nuestro país. Fue como padre en momentos en que trabajé en abc color. Lo conocí generoso, incluso protector. Me ayudó a tener casa propia y parece extraño que lo diga pero dio el ok al lugar donde elegí que era mi lugar en el mundo. Su conocimiento en materia inmobiliaria hoy lo valoro en su real y justa medida. Oikuaá el hombre. La valorización de la zona donde vivo es extraordinaria.
Mi esposa era funcionaria de abc. Muchos compañeros encontraron ahí su media naranja. Un día entre risas y no tanto en la redacción, dijimos que para nosotros las chicas del diario eran las mejores del mundo. No había tiempo de conocer a las de afuera porque le dedicabamos al diario más tiempo que las 8 horas porque ahí nos sentíamos a gusto y el trabajo -insalubre si nos fijamos en los riesgos políticos- no era una carga.
Mérito de Zuccolillo y del grupo, genial grupo de compañeros unidos de un modo unánime. Hoy, desde la óptica de las Escrituras, entiendo la potencia que abc color tenía contra el poder político de la dictadura de Stroessner.
La unanimidad es un mandato bíblico. Si un grupo está unido en una misma mente y en un mismo parecer, es indivisible, no se rompe. Es indestructible. Claro, nos faltó el sustento espiritual porque de lo contrario el equipo era imbatible. Intentaron dividirlo y cuento aquí que un día Héctor Rodríguez quien espero que a estas alturas esté contándole chistes a Moisés, David y alegrandole a Eliseo; bueno, Héctor detenido en el Departamento de Investigaciones, recuerdo que un sábado al atardecer, fuí a arrimarle un mensaje de aliento.
Estaba incomunicado pero me animé a llevarle unos bocados dulces para que combatiera el trago amargo. Me presenté a la guardia y quien me atendió me dijo que el detenido era la diversión del lugar, que nadie se salvaba de sus bromas y chistes y gustoso me dijo que le haría llegar ya mismo el presente pero que no se lo comentara a nadie. Era un favor excepcional no permitido ¨a los enemigos del régimen¨. Con su sentido de humor había ganado una actitud cooperadora de sus custodios.
A su vuelta, el guardia sonriente me trajo la respuesta de Héctor. Era una broma como la que hubiera hecho en su lugar de trabajo en un momento de distensión de la redacción. Si hoy leo a Pablo en la prisión de Filipo, transformando a sus custodios pienso CUAN CERCA ESTÁBAMOS DE LA VERDAD QUE NOS HACE LIBRES y es lo que quiero señalar al final de este texto.
Las detenciones de compañeros de la redacción, nunca alteraron la unanimidad que intentaban destruir desde el poder. No había otra que cerrar el diario. Y lo hicieron. Mal momento para mi. Tremendo. Mi esposa embarazada de 7 meses. Yo tenía cupo de nafta sobrante que el diario me había proveído para el mes y que lo usaría específicamente para el caso de mi próxima paternidad.
Ya no tuve acceso al vehículo que el diario había puesto a mi servicio. Mi gestión en tal sentido al mas alto nivel de la empresa, no tuvo eco. En medio de mi angustia, no tuve la sabiduría para entender que Zuccolillo también vivía sus angustias, mayores que las nuestras y se quebró aquella unanimidad.
Cuando se reabrió abc y fui llamado, no acudí. Tenía aún dolor en el corazón el que felizmente ha desaparecido porque me he liberado de todo sentimiento negativo. Zuccolillo ha sido uno de los mejores seres humanos que he conocido en el mundo. Hablo de mundo, como un creyente lo diferencia del reino de los cielos.
Siento pena por el derrumbe de abc color, su caída de aquel pedestal que llegó a tener. A lo lejos se ve que no hay unanimidad tal cual la conocí. Aldo Zucolillo hoy cumple 87 años de vida. Ha sido un privilegiado de Dios. Desconozco la creencia del hombre pero el diario es espacio donde ateos e idólatras exponen su opinión y los espacios son retaceados a los que creen.
Y cuando leo este pasaje de 1 Crónicas 29:28 que habla de que David llegó a buena vejez, lleno de días, riquezas y gloria, pienso CUAN CERCA ESTÁ DE LA VERDAD QUE NOS HACE LIBRES.
¿Y qué falta entonces para alcanzar esa Verdad? Si aún no lo ha hecho, yo diría que falta un solo paso. Está escrito: ¨Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana¨.
Vale decir, un encuentro sincero para quedar él a cuentas con el Creador. Un acto sabio que en realidad también va dirigido a todos los que leyeron este texto.
Salud!

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