En estos días un concejal planteó que se reglamente el uso de celulares en las escuelas y colegios y nada más oportuno. El celular es un elemento distractor que es capaz de echar a perder una clase.
Los tiempos no son propicios para derroches de tiempo y de provisión de conocimientos, sobre todo en un país como el Paraguay que tiene una de las más bajas cargas horarias de la región con apenas 200 días de clases de los que hay que descontar suspensiones partidos de futbol, lloviznas, etc., etc.
Padres: Asuman su rol
Existen ya instituciones educativas en las que la regla es clara. En clase, los alumnos deben mantener apagados sus celulares y si uno desoye la norma, el maestro requisa el aparato y sólo es devuelto al padre o la madre que deben concurrir a la escuela o colegio para recibir la advertencia de que deben asumir el rol de padres de verdad y hacer que sus hijos sean respetuosos de la normas.
Política pública que dicte el Ministerio de Educación
Tal vez ante la magnitud de la situación que debe enfrentarse, el propio Ministerio de Educación y Cultura debería establecer una política pública al respecto y los colegios y escuelas, simplemente cumplir con esa política.
Algunos recomiendan el uso del dispositivo bloqueador de señales de celulares. No sabemos su costo pero no deja de ser una opción válida.
De lo que estamos hablando es de establecer pautas de disciplina que deban cumplirse a rajatablas, para esta generación de estudiantes indisciplinados, irrespetuosos y que han encontrado en la permisividad, un descontrol que incluso se convierte en problema público.
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