Pocos países se salvan de las críticas al transporte público. En Paraguay hay un enfoque cínico sobre el problema. En efecto, el público que se niega a pagar tarifas reales de pasajes cuestiona la calidad del servicio que es subsidiado por el Estado.
En las horas pico hay gente colgada de los colectivos, las más de las veces viejas unidades que se mantienen rodando porque la rentabilidad del sector no da para la modernización. La incomodidad y lentitud del sistema dio espacios para el florecimiento de la producción de motocicletas en Paraguay que hoy son un problema de sanidad pública por el elevado índice de accidentes.
Pero la foto (ROMEO GACAD - AFP) que nos mueve a la reflexión es de un tren que se dirige a Yakarta (Indonesia) donde al parecer el mismo fenómeno que comentamos de Asunción se repite pero con mayor intensidad por tratarse de una de las ciudades más pobladas del planeta.
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