sábado, junio 23, 2012

Juicio político-políticos sin juicio: Que pena Paraguay

Vergüenza es lo que sentimos ante el vil atraco al proceso político que los partidos Colorado, Liberal Radical y Patria Querida y secuaces menores, perpetraron el viernes 22 de junio de 2012 sin argumentos sólidos y sin un proceso justo y transparente que permitiera a Fernando Lugo defenderse de acusaciones tan ordinarias -basadas las más de las veces en fotocopias de de declaraciones publicadas en la prensa- que requerían de lucubraciones extraordinarias.

Un juicio político que fue simplemente un procedimiento administrativo carente de seriedad que al ser transmitido por la TV y levantada como señal internacional, ubicó al parlamento paraguayo como protagonista de un remedo de análisis o juzgamiento de la gestión presidencial.

El agravante para el papelón parlamentario que estafó a la voluntad popular y revivió 24 horas del más deleznable ejercicio del “mbareté”, vicio stronista que condenó al atraso al país, fue la ironía usada por el abogado del Presidente Lugo, Adolfo Ferreiro para desnudar el desatino de los acusadores y la insustentable argumentación que presentaron.

Un ejemplo: bajo el título “PRUEBAS QUE SUSTENTAN LA ACUSACIÓN”, hay un párrafo del libelo acusatorio que expone: “Todas las causales mencionadas más arriba, son de pública notoriedad, motivo por el cual no necesitan ser probadas, conforme a nuestro ordenamiento jurídico vigente”.
Es decir, anuncian las pruebas del mal desempeño de funciones de Lugo pero donde uno espera argumentaciones, se dice que todo se conoce ya de modo que no necesita ser probado. Tal como si se tratara de un juego de estudiantes de los primeros cursos de derecho. Lamentable, penoso, triste, vergonzoso.
Pero ya en la sesión final de condena, el senador liberal Miguel Abdón Saguier intentó "fortalecer" la denuncia de mal desempeño de Lugo en sus funciones, leyendo un recorte de diario en el que el obispo de Caacupé, Monseñor Claudio Gimenez, criticaba la gestión de Lugo. Una opinión de obispo, causal de destitución del Presidente. Increíble pero cierto.
No podemos predecir el costo que tendrá para nosotros este cachivache político pero nos ubica en un plano de impresentabilidad internacional. Somos una republiqueta que quiere ser parte del concierto de las naciones pero desafinamos feo, por culpa de la irracionalidad oportunista de políticos egoístas que quisieron –sin ninguna posibilidad seria - darle un ropaje de justicia a una decisión que interrumpe un proceso y lo lanza a la cuneta, simplemente como parte de juegos preelectorales -sólo eso- que apuntan a debilitar adversarios y maquinar opciones de un modo perverso, indigno.

3 comentarios:

  1. Y cuál es el camino a seguir para que esto vaye para mejor? A quién votaremos en la elecciones? Hay alguna tarea previa que nos garantice unos gobernantes más pendientes de las necesidades del pueblo?
    El pueblo necesita propuestas concretas que lleven a un cambio radical, sin sangre... tienes algunas en mente???

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  2. Si usted se fija, hay un ramillete de parlamentarios que se perpetuan en su silla curul. No hay renovación de los cuadros políticos. Nos corresponde a nosotros votar por personajes nuevos y no por los archiconocidos que tienen su propia agenda e ignoran las prioridades ciuddanas.

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