Todos somos comunicadores

Presa de los intereses y la chatura temática, la prensa ha cedido mucho terreno en el cumplimiento de  su misión formadora y estimuladora de debates conducentes en torno a distintos temas que inquietan a la sociedad. 

Las discusiones e intercambios se han trasladado a las redes sociales donde sin moderadores ni posibilidades de manipulación, se mueve una opinión publica libre, desordenada, pero constructiva.

Podría parecer un contrasentido, pero los medios a toda hora le echan un vistazo al rumbo de las discusiones que la gente sobrelleva en las redes sobre puntos de interés, para reflejarlos en sus espacios.

Ciertamente el tema del abuso nepótico de los parlamentarios pudo haber surgido de los medios pero el hartazgo y la movilización fueron construcción de las redes. Vale decir, el triunfo ciudadano fue cimentado en un terreno en el que los intermediadores fueron las redes y los medios, su caja de resonancia.

No podemos vivir sin los medios pero no podemos imaginarnos la sociedad sin las nuevas tecnologías que nos conectan y nos permiten interactuar de un modo diferente, con peso y poder para lograr transformaciones que los medios ya no la podrán lograr.

El punto es que hoy día todos somos comunicadores. Los medios, también.