sábado, abril 09, 2016

Bendiciones, palabra y poder

En estos días mucha gente se inquieta porque una persona pública lanzó una maldición sobre el Paraguay, maldijo además el idioma autóctono y sin saberlo se metió en problemas graves. Está escrito desde luego ¨mi pueblo muere por falta de conocimiento¨ (Oseas 4:6). Mucha gente maldice todos los días contra futbolistas, árbitros, políticos, etc. etc. etc., sin saber que atraen maldición a sus vidas.
Tanta maldición hay en el aire que vivimos tensos, nerviosos, impacientes, afanosos, angustiados, argelados, ¨podridos¨ para usar el término más usado. Tanto espíritu maligno hay que hasta los demonios se hacen visibles y se fotografían en las reuniones de los muchachos. Y esto no es gua`ú.
La misión de un creyente es bendecir a quien maldijo y pedir que reciba el discernimiento para entender lo que hizo y lo que debe hacer. Incluso pedir perdón para el maldiciente. A propósito, mostrándonos el camino, Jesús bendecía a sus garroteadores ¨Padre perdonalos, no saben lo que hacen¨.
Cuando Dios creó al hombre, lo hizo a su imagen y semejanza. Esto es clave para entender lo que viene: imagen y semejanza. Juan dice en su evangelio que en un principio era el ¨verbo¨ refiriéndose a Dios. Es decir, era palabra y se hizo carne. El punto es que bajo esta presentación juanina, la palabra adquiere una dimensión trascendente.
Cuando se quiere exaltar la integridad de alguien, se dice con absoluta propiedad que ¨es una persona de palabra¨. Quiere decir que su palabra tiene poder, genera credibilidad, infunde confianza. Con su palabra transforma positivamente lo que ocurre en su entorno. Hay bendición en lo que dice; tiene semejanza con Dios, cuya palabra es poder.
Dios dijo, ¨hágase la luz¨ y la luz se hizo. Todo lo creó con su palabra. ¨el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles¨ (Hebreos 11:3). La Biblia es la palabra de Dios revelada a los hombres. No existe otro libro que se haya escrito a lo largo de 1.500 años y que tenga coherencia desde el principio hasta el fin a pesar de que no todos sus escritores se leyeron unos a otros para ajustar abordajes sino que hubo un ¨Editor central¨ que se encargó de que -bajo su inspiración- todo se hiciera en correcto orden.
La palabra tiene poder y estas expresiones bíblicas que son la verdad de Dios son claras y precisas:
Mateo 12:37
¨Porque por tus palabras serás justificado (serás considerado justo), y por tus palabras serás condenado¨. (Es decir, lo que digas te va a levantar o te va a hundir)
Proverbios 13:3
¨El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina¨.
Proverbios 21:23
¨El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias¨. (Conozco gente que por no guardar su lengua, sufrió ACV incluso)
Proverbios 18: 21
¨Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto¨.
Estos son decretos escritos que se cumplen lo creas o no. Quien maldijo al Paraguay y nos maldijo a todos, está en dificultades sin importar que crea o no crea. Pero lo grave del asunto es que todos los enojados que salieron a maldecirla o a pedir que la expulsen de su lugar de trabajo,igualmente están en dificultades espirituales porque debieron bendecirla ¿Cómo se entiende esto? Interpretando lo que está escrito:
¨Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal¨. (Romanos 12: 19,21)
La ventaja que tienen los maldicientes es que Dios es lento para la ira y grande en misericordia pero como es justo, no va a pasar por alto nada, salvo que haya arrepentimiento y pedido de perdón.
Finalmente: cuando era pequeño, cada día 4 hermanos recibíamos bendiciones de mi madre y de mi padre. Ocho veces por lo menos en casa, Dios era invocado a nuestro favor y era norma, costumbre ineludible en por lo menos 500 mil hogares paraguayos con un promedio de 4 hijos (las cifras son estimativas) que se hiciera lo mismo.
Es decir por lo menos 4 millones de veces en todo el Paraguay Dios era invocado cada día (¨Dios te bendiga¨, ¨Dios te proteja y te de su gracia¨, Ñandejara ta nde robasá¨). Dormíamos con las ventanas abiertas, las puertas abiertas, no se conocían los peajeros, etc., etc. Llenos de bendiciones.
Hoy es al revés, millones de maldiciones se lanzan en vivo y en directo en la calle, por whatsap, Facebook, Twitter, las radios, la televisión los diarios y los resultados están a la vista.
Saquen sus conclusiones.

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