viernes, septiembre 21, 2012

Donación de organos tropieza con algunas mezquindades

Es interesante la campaña de donación de órganos que se realiza en la sociedad con el propósito de crear un marco solidario que permita a muchas personas mejorar su calidad de vida con la ayuda de quienes no han tenido la misma suerte y deben enfrentar un anticipado adios a la vida terrenal.

Corazones, córneas, higados, riñones, etc., de seres que parten a la eternidad aún tienen la capacidad de prolongar la vida, acá, de personas que tras enfermedades diversas han perdido funcionalidad de dichos organos.
Sin embargo, culturalmente los paraguayos no estamos preparados para una patriada de tales características pues más bien por creencias infundadas, hay una gran mayoría de gente que se aferra a partir de esta vida con todos sus órganos y si bien pueden conmoverse ante la idea de que sus riñones puedan prolongar la vida de otros, no les cabe en la cabeza que en el ataúd reciban –con faltantes de organos ya inertes- el último adios de sus seres queridos.

No alcanza nuestra sabiduría para interpretar la costumbre de guardar los organos exitirpados embebidos en alcohol rectificado, en potes de vidrio que cual relicarios perpetuan el recuerdo de pedazos nuestros que alguna vez formaron parte de nuestro yo.
Un ejemplo contundente es el de los apéndices (foto de arriba) que se guardan en potes de Nescafé y que las personas extirpadas suelen mostrar a sus amigos como un trofeo.

Sin embargo, es de esperar que la campaña de donación de órganos vaya sembrando esa semilla solidaria que puede perpetuar el valor de miembros o partes nuestras cumpliendo una función vital para otros que vivirán agradecidos hasta el final.

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