lunes, octubre 01, 2012

Tormenta y zinc: Cuando los techos se convierten en armas


Es enorme la cantidad de techos de zinc en la ciudad. La expansión del comercio en la capital y alrededores determinó que la construcción de tinglados sea la constante. Grandes galpones con techos de chapas abundan y dado el primer descubrimiento en términos estructurales luego del tornado del 18 de setiembre, los techos no soportan ráfagas de 140 kph.

Este descubrimiento que ha sido expuesto por ingenieros nos ubica ante una amenaza que no ha sido evaluada en su justa medida. Sin embargo las chapas desprendidas por la violencia del viento se convierten en armas mortales de acción descontrolada, lo que obliga a los habitantes vecinos de tinglados a tomar precauciones con extremado rigor para protegernos de una chapa voladora.
Está claro que el daño potencial es descomunal y ya se tiene la experiencia de una plancha metálica mortal que bajo una tormenta se desprendió hace ya unos años del techo del Colegio de Cristo Rey. En otros países más organizados, existen alarmas que suenan lo que es suficiente indicación para los viandantes a que busquen refugios para guarecerse ante el avance de tornados.

Llegó el momento de que precauciones similares sean adoptadas en Paraguay. Tras la experiencia del tornado anterior que mató a 5 personas, es bueno que tomemos en serio lo que probablemente se viene y que está anunciado para mañana martes al atardecer, cuando tormentas de singularviolencia pueden azotar.
La Dirección General de Meteorología dirá los lugares probables de la ocurrencia de estos desarreglos meteorológicos severos. Estemos atentos.

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