Potencialmente como quinto exportador mundial de soja, Paraguay tiene condiciones para ser potencia en la producción de biodiesel. Ya más del 60% del área de cultivo ocupan las plantaciones de soja y la información de que un avión de Virgin Atlantic experimenta un vuelo entre Londres y Ámsterdam con uno de sus cuatro motores impulsados por biodiesel, es para tenerlo en cuenta. Se sabe que la industria aeronáutica está experimentando con combustibles alternativos ante la suba del precio del petróleo. Esto en los países ricos ya que en los países del tercer mundo, las alternativas van generalmente por el lado del retorno a la tracción a sangre.
Caballos, burros, bueyes, mulos vuelven a cumplir una tarea que la humanidad les ha encomendado durante milenios.
En Paraguay se ha decretado la mezcla obligatoria de 3% de biodiesel con combustible Diesel y la idea es ir aumentando hasta el 10% de mezcla en los próximos dos años. Hasta el momento se instalaron solo pequeñas plantas productoras del combustible alternativo, fundamentalmente a partir del sebo vacuno y lo que se ha visto es que hay una tendencia la separación del sebo de los demás elementos, cuando baja la temperatura ambiental.
La tecnología está avanzando y se espera que grandes empresas extranjeras se instalen en el país más adelante, mientras se experimenta la producción de oleaginosas no comestibles para evitar el temido conflicto carburantes-alimentos.
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