domingo, julio 27, 2008
El cargo en el que nadie piensa pero falta: Urgentemente, un portavoz para Fernando Lugo
Gobernar es comunicar. Accionar políticamente sin que la ciudadanía logre interpretar el sentido de la gestión es problemático, inconducente y por decirlo de un modo más efusivo: inconcebible.
Fernando Lugo esta accionando ya en la previa a la asunción de su mandato con una gigantesca dosis de silencio, lo que genera nerviosismo y revive lo que en tiempos de Stroessner era inevitable: Si no hay información, pues se especula.
Además de un secretario de prensa, Lugo, por el estilo que manifestó hasta ahora, necesita de un portavoz. No se siente cómodo tratando con la prensa porque hay que decirlo, hay un estilo cachaquero de hacer periodismo en Paraguay.
Un estilo marcado por el atropellado “corralito”, la reiteración de la misma pregunta, la condena antes que la pregunta, el ataque antes que la averiguación, etcétera y un montón de etcéteras.
Es cierto que eso lo van a corregir los asesores comunicacionales del Presidente.
No más corralito. Si va a hacer declaraciones, debe haber una tarima y desde ahí se atienden las preguntas evitándose lo que más parece un “scrum” de rugbiers y en el que caóticamente se lanzan 10 preguntas al unísono. Orden muchachos.
Hoy en día, Lugo dice que va a ir y no va a un acto. Luego el silencio. Nadie sabe qué pasó ni por qué cambió de parecer. Está claro que no tiene que andar él mismo explicando razones de ese tipo pero un portavoz ayudaría mucho para evitar la crispación y la proyección de una imagen de “me importa un bledo” que sin quererlo está proyectando.
Hemos dicho aquí que Lugo debe un mensaje a la nación. Es demasiado prolongado el lapso que va del 20 de abril al 15 de agosto como para que simplemente tenga apariciones esporádicas y exposiciones monotemáticas cuando es preciso hacer enfoques más globales y entender cómo serán por lo menos sus primeros cien días de gobierno.
Otro error grave en hemos visto en el frente comunicacional es la actitud reactiva. Es decir, se espera un escándalo o una crítica para salir allá a las cansadas a hacer declaraciones. Lo correcto es informar “antes de” y no “después de”.
Es cierto, hay un cúmulo de informaciones confidenciales a las que desde luego no vamos a acceder pero es fundamental que la información de interés público no sea manejada en forma deficitaria y con desdén.
Un portavoz, ayudará a evitar el desgaste que las críticas y las dudas comenzaron a producir. Lugo puede tener un carácter resistente y no sucumbir a la fricción.
La duda es que el proceso que él lidera, tenga “un carácter resistente” a los roces comunicacionales.
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