jueves, julio 31, 2008

"Pirañitas"



Estaba haciendo unas tomas una noche en la reciente Expo de Mariano Roque Alonso cuando de improviso vi la aparatosa marcha de cuatro efectivos policiales con dos “pirañitas” atrapados. Cruzaron frente a mi y desaparecieron hacia la salida. Hubo una primera impresión negativa por tanta aparatosidad y el impacto que podía producir en los niños así conducidos y dejé la toma guardada mientras planteaba el tema en círculo de amigos.

Me aferré a esa primera impresión para narrar desde esa perspectiva la experiencia y curiosamente no he tenido seguidores. No he encontrado gente que se aliara a mi en una posición cuestionadora de lo que me pareció dramática y teatral acción policial y reconozco que el tema lo he planteado en un círculo de amigos sensatos.
Los “pirañitas” son el resultado de la cada vez más precoz sensación de exclusión de la población pobre, fenómeno que aliado a otros problemas sociales provenientes de la misma raíz, vinculados a la desarticulación de la familia, la pérdida de valores, la cada vez más dura lucha por el sustento a bajando la faja etaria de la delincuencia.
Lo que me señalaron es que si los efectivos policiales no los sujetan con fuerza siempre intentan escaparse y cuando se escapan son capaces de producir destrozos a su paso para distraer a sus perseguidores de modo que es preciso aumentar “el coeficiente de seguridad”.
Me llamó la atención además que los “pirañitas” más que ser vistos como un problema social, son percibidos por la gente directamente como un problema de seguridad pública.
Lo que quiero decir es que la gente no está dispuesta a filosofar sobre causas y efectos sino que a actuar ya. Más que en prevención de largo plazo interesa la represión de corto plazo. Todo porque “están ingresando a las casas aquí en el vecindario y no sólo roban, sino que hacen daño”.
Explican que por ejemplo rompen artefactos valiosos, defecan sobre los muebles y asumen actitudes que terminan alejando en la población sentimientos de conmiseración y pena y generan directamente sensaciones de repudio.
Anoche, en un acto social volví a plantear el tema, con similar resultado y el hecho nuevo es que fueron mujeres, en su carácter de amas de casa las que conocían algunas de las andanzas de los “pirañitas” por comentarios entre madres de estudiantes, las que se manifestaron con mayor rigor sobre la necesidad de no ceder nada ante esta problemática.
Nos encontramos ante un tema mayor que involucra a menores y nos afecta a todos. Los planes de reducción de la pobreza que prepara el nuevo gobierno, si son exitosos, ayudarán a reducir este mal.
Ayudemos a que los planes funcionen.

1 comentario:

  1. Me parece muy bueno tu post, da en la medula del problema.... la mayoria prefiere las soluciones faciles, es muy dificil pensar en graduaciones del problema.... todos tienden a pensar en Blanco y negro, entonces se juzga a los pirañitas como delincuentes y se les reprime aparatosamente..... cazan mosquitos con cañones.... si perdieran un poco de tiempo pensando en como solucionarlo en lugar de reprimir.. obtendrian mas resultados.

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