El diario abc color publica hoy dos declaraciones absolutamente discutibles de empresarios, sin el contrapeso de abordajes disidentes para que sus lectores tengan la oportunidad de cotejar puntos de vista diferentes.
Por un lado el empresario y político Eleazar Salemma dice que los logros económicos son del sector privado sin participación pública. Por otro lado el Presidente de la Asociación Rural Tito Núñez, asegura que “Estado ausente y paquidérmico no permite distribuir riquezas”.
Apenas uno rasca la pintura de tales expresiones, se encuentra con la endeblez de las afirmaciones.
Los propios medios publicaron en estos días que la banca pública financió cerca de 300 millones de dólares, proyectos de desarrollo en el 2010 lo que implica que puso dinero para el mejor desempeño de la economía.
El éxito ganadero no sería factible del modo que se da sin los aportes del estatal Fondo Ganadero ¿y las obras públicas como rutas asfaltadas, puentes que se habilitaron para facilitar la movilización de la producción y toda la mano de obra que eso generó?
No puedo entender como un empresario como Salemma que quiere ser Presidente de la República puede cometer un desliz tan grave. Se puede entender que en su afán de posicionarse haga críticas porque políticamente le convienen pero....
No sólo que no distribuyen, escamotean a los trabajadores
Con relación a lo que señala el ganadero Núñez, no hay necesidad de recurrir al Estado para una mejor distribución de la riqueza. Para corroborar lo que decimos, el diario Ultima Hora publicó que los 7 trabajadores víctimas del derrumbe de construcción de un supermercado, no tenían cobertura del seguro social.
Vale decir, sus empleadores no cumplen las leyes sociales del país. Violan derechos humanos y generalmente tampoco pagan horas extras como establecen las leyes.
El salario justo es una vía por la que los empresarios pueden distribuir riquezas. Deberían premiar a sus trabajadores cuando el éxito llega.
No se queden pues con la parte del león, dejando sólo migajas a quienes trabajan duramente para encumbrar el lucro empresarial.
Entonces, no es cuestión del Estado sino de conciencia social, de sensibilidad humana, de sentido de justicia.
Es cuestión de respeto a los derechos humanos de las personas y ciertamente, el Estado debe encargarse de exigir el cumplimiento de las normativas sociales y sancionar a los violadores.
¿Por qué buscar culpables a las propias falencias?
Un párrafo para abc color
Finalmente, es penoso que el diario abc color intente crear opinión pública presentando solo una cara, una sola fase, sesgada e interesada, de un hecho noticioso sin contrastarla con otros sectores de opinión porque entonces, abc color –desde luego es así- se convierte en portavoz de un segmento poderoso cuyo discurso defiende y potencia, en vez de ser un instrumento plural de debate constructivo.
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