Foto: Michael Farmer, uno de los grandes supermercaderes de piedras provenientes del espacio infinito.
De un modo inesperado y absolutamente sorprendente, un artículo sobre la venta ilegal de lo que serían patrimonios nacionales (refiriéndome a meteoritos que caen y pueden ser atracciones científicas y o turísticas en el caso de los cráteres que abren), se ha convertido en una especie de gran supermercado virtual de meteoritos.
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Ya contabilicé alrededor de 160 ofertas de pedregullos interestelares en un negocio muy rentable y de gran movilidad sobre el que no tengo ninguna participación.
Les invito a ver las docenas de ofertas que hay y si tienen interés en comprar algún peñazco que nos llegó de las profundidades del firmamento y los precios son razonables, pues adquieran uno.
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