El clientelismo político sigue gozando de buena salud en el Paraguay. No hubo sonrojos cuando se descubrió que algo así como 8 mil planilleros (personas que firman planillas pero no trabajan), cobraban en el Tribunal de Justicia Electoral. Pero el chocolate se vuelve espeso cuando se publica que un potencial funcionario estatal, dispara contra director de un ente público porque no le dio empleo.
La información dice que La Fiscalía imputó por “tentativa de homicidio doloso” a César Ramírez, quien está acusado de haber atacado a tiros a Daniel Rojas, director del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), durante una jineteada que se realizaba en una localidad a 200 kms de Asunción.
El agresor –militante del Partido Liberal Radical Auténtico- consideraba que su correligionario agredido, le debía un cargo en la institución que dirige y tras lanzarle primero ofensas, desenfundó su revólver como en el viejo oeste y disparó contra el funcionario que cayó del caballo.
Pese a estar herido forcejeó contra el agresor que hizo otro disparo hasta que una multitud lo redujo tras golpearlo con fustas y dejarlo también herido.
Rojas está fuera de peligro pero debe recibir por lo menos 3 operaciones para corregirle el humero del brazo izquierdo y el maxilar inferior que fueron destruidos por el plomo.
Que las oficinas públicas frecuentemente son usadas como agencias de colocación de correligionarios es una verdad insoslayable, a pesar de que desde la Secretaría de la Función Pública se instauran planes encaminados a poner coto a dicho abuso en contra de los intereses del Estado.
La información dice que La Fiscalía imputó por “tentativa de homicidio doloso” a César Ramírez, quien está acusado de haber atacado a tiros a Daniel Rojas, director del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), durante una jineteada que se realizaba en una localidad a 200 kms de Asunción.
El agresor –militante del Partido Liberal Radical Auténtico- consideraba que su correligionario agredido, le debía un cargo en la institución que dirige y tras lanzarle primero ofensas, desenfundó su revólver como en el viejo oeste y disparó contra el funcionario que cayó del caballo.
Pese a estar herido forcejeó contra el agresor que hizo otro disparo hasta que una multitud lo redujo tras golpearlo con fustas y dejarlo también herido.
Rojas está fuera de peligro pero debe recibir por lo menos 3 operaciones para corregirle el humero del brazo izquierdo y el maxilar inferior que fueron destruidos por el plomo.
Que las oficinas públicas frecuentemente son usadas como agencias de colocación de correligionarios es una verdad insoslayable, a pesar de que desde la Secretaría de la Función Pública se instauran planes encaminados a poner coto a dicho abuso en contra de los intereses del Estado.
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