martes, febrero 19, 2013

Agencia Aeroespacial y Astronáutica: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia




En un lejano país, las circunstancias preelectorales se presentaban reñidas y el partido gobernante empezó a crear nuevos cargos públicos para empleo de correligionarios. 
Como se habían agotado los espacios para el reclutamiento de electores asalariados, la inagotable creatividad partidaria propuso dar un paso que lograra 2 objetivos: 1- crear una plataforma para la generación de nuevos cargos públicos y, 2- utilizar esa situación para promover una positiva sensación de superación que estimulara el orgullo nacional, capitalizable con más votos.
Como se acercaba el tiempo eleccionario, sus propulsores aceleradamente prepararon un proyecto de ley de creación de la Agencia Aeroespacial y Astronáutica (AAA) con el propósito de diseñar las políticas públicas en la materia.
A fin de garantizar la operabilidad institucional de la AAA, el proyecto contempla la urgente creación del Consejo Nacional Aeroespacial de 9 miembros titulares y 6 suplentes. La propuesta establece que la instancia contará con una dependencia administrativa que será llenada con una gerencia, una subgerencia con sus respectivas secretarías, dos asistentes y personal de guardia y de limpieza, así como 2 choferes. En total 25 funcionarios.
Asimismo, se propuso la creación del Departamento de Monitoreo de Aerolitos, Asteroides y Afines con el cometido de prever el ingreso a la atmosfera de rocas interestelares que podrían impactar zonas del territorio patrio. 
El Departamento contará con un equipo de 4 observadores, 3 técnicos que se dedicarán al cuidado de los equipos de observación y otros 3 cargos para un especialista en aerolitos, otro especialista en asteroides y un tercero con una licenciatura en estrellas fugaces. El equipo se completaría con una secretaría, un ujier y un asistente técnico. En total 13 funcionarios.
El tercer eje del proyecto consiste en la creación de la División de Reclutamiento y Entrenamiento de Astronautas. Su obligación será la elaboración del perfil psicofísico de todos los aspirantes a vuelos espaciales que deberán ser naturales del país.
Esta división será dirigida por un Secretario General, secundado por un Subsecretario y una secretaria para cada uno. Asimismo contará con un equipo médico de 3 integrantes y otro equipo de entrenadores conformado igualmente por tres especialistas, mas 17 reclutadores, uno por cada Departamento de la República, más un departamento administrativo de 5 personas. En total 32 funcionarios.
Inicialmente tales eran los tres ejes del proyecto pero ante la avidez de nuevos cargos por parte de los fanáticos del partido gobernante, se decidió incorporar al plan la creación del Instituto Investigador de Vida Extraterrestre como una dependencia directa del Consejo Nacional Aeroespacial. 
La idea era que se contrataran operadores políticos que como responsabilidad adicional, recogerían informaciones de correligionarios y no correligionarios que pudieran haber tenido contactos del tercer tipo, vale decir con ETs que hayan estado en el país.
No estaba bien determinado el contexto corporativo de este instituto pero por la amplitud de la distribución geográfica de los trabajos de campo, se pidieron 50 funcionarios cuyos perfiles serían presentados en una Adenda.
La edificación de la futura plataforma de lanzamientos satelitales correría a cuenta del Ministerio de Construcciones Civiles cuyo titular ya se encargaría de organizar la palada inicial de la obra que posteriormente sería habilitada provisionalmente.

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