Ya se. Todos apuntan al piloto Chesley Sullenberger de 57 años como el héroe del exitoso acuatizaje en el Rio Hudson con cero víctimas. Pero veo la mole voladora flotando en el río con más de 150 personas sobre las alas y mis pensamientos se orientan hacia Airbus y me pregunto ¿por qué no fabrican aviones con más facilidades para amerizar? ¿Cuántas vidas se salvarían todos los años?
Es indudable que el piloto tuvo la sabiduría y pericia para posar una maquina de cientas toneladas de peso sin que se desintegrara y que fuera panceando en el agua hasta detenerse.
Pero que quedara flotando mientras las embarcaciones realizaban el salvataje y que las alas fueran una pasarela de espera de los pasajeros me pareció extremadamente grato.
Esa imagen me impacta positivamente. Sería bueno que la ingeniería aeronáutica evolucionara hacia ese aspecto porque es casi seguro que los vuelos en problemas tengan un río, océano, lago a mano.
No me olvido de un vuelo que hace años hacíamos en el bimotor de Vallemí rumbo al norte. A 10 minutos de haber partido de Asunción sufrió el principio de incendio en uno de sus motores que debió ser apagado y el otro amenazaba con tener problemas.
Hubo un rápido retorno y lo hacíamos sobre el río Paraguay para lo que hubiere lugar. Felizmente logramos llegar de nuevo a la pista del Silvio Pettirossi.
No se que hubiera pasado con la avioneta contratada por el Partido Colorado a la que se le acabó el combustible poco antes de llegar al aeropuerto, si hubiera intentado posarse en el río Paraguay. Estoy seguro de todos modos que las chances de sobrevivencia hubieran sido muy superiores.
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