La gran llantada
Con notable intensidad el diario abc como cabeza comunicativa de poderosos grupos empresariales y sectores políticos –todos de derecha- vaticinaron sin contemplaciones el fracaso del gobierno teóricamente “chavista-bolivariano-castro-luguista de extrema izquierda caviar”. El crecimiento económico del 14,5% en el 2010, es entonces un cuchillo clavado en la yugular de tal fracasado vaticinio y ahí radica la intención de restar toda participación del gobierno en el rotundo éxito económico.
El tiro del negativo vaticinio, les salió por la culata a los derechosos y les resulta difícil deglutir esta papa caliente que se llama 14,5% bajo el gobierno izquierdoso de Lugo.
Entonces se ensayan explicaciones, todas ellas buscando méritos fuera de la órbita gubernamental.
La pastilla difícil de tragar
Nunca la derecha pudo anotarse un porotazo de tales características y venir justo la izquierda a enarbolar la bandera de semejante goleada, no sólo hiere profundamente el orgullo de los personajes de la derecha sino que peor aún, proyecta la idea sólida de que la izquierda puede generar un éxito económico inédito para el país.
Concretamente, se instala el concepto de que la izquierda puede encaminarnos hacia el éxito y que si no hay una mejor distribución de la riqueza –concentrada en pocos bolsillos- es porque las fuerzas retardatarias de la derecha se resisten a tributar con justicia para compartir su pan.
En estas circunstancias, el 14,5% se convierte en algo así como un virus que altera el sistema operativo de la derecha. Un bocado intragable, un vomitivo.
Y en puridad, el crecimiento económico del 2010 no fue solamente del 14,5% sino que de alrededor del 17% si partimos de que en el 2009 la economía tuvo un desplome de -3%. Es decir, se ha remontado desde muy atrás para terminar con semejante avance.
Por eso el empecinamiento fundamentalista derechoso de que el crecimiento fue exclusivo mérito del empresariado.
El 14,5% ¿se lo debemos a la Argentina?
Todo es válido para que nadie se figure siquiera la idea de que el gobierno del izquierdista Lugo, tuvo algo que ver.
Entre tanto, la izquierda está creciendo como fuerza electoral, lo que quiere decir que se va a profundizar ese discurso desmerecedor que hemos venido escuchando y cuando Lugo diga, hemos aumentado las recaudaciones, siempre habrá quien diga que no es mérito del gobierno sino de los contribuyentes; o cuando diga que se reduce el número de pobres diga que es mérito de los argentinos.
Créalo o no.
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