Ciertamente pensábamos que Bin Laden terminaría muerto. Si no lo mataban en una refriega, él mismo mordería una pastilla letal ya que no se entregaría para burla del enemigo. Sin embargo no murió en un enfrentamiento y no masticó ninguna capsula y las contradictorias versiones que se dieron, no hablan bien de quienes dispararon contra un desarmado, un personaje en condiciones de ser detenido y llevado a juicio.
Se puede decir que tenerlo vivo afiebraría al mundo fundamentalista islámico y que virtualmente tenía sobre sí la pena de muerte que simplemente fue cumplida. En puridad, no existe ninguna condena judicial en su contra.
En primer momento se dijo que “estaba armado”, luego se desmintió. “No estaba armado”. La hija de Bin Laden comentó que no hubo una situación de enfrentamiento que estableciera una condición de riesgo como para disparar contra él.
Lo mataron y se dijo que tras el disparo fatal, el mundo es un lugar un poco más seguro para vivir.
Siempre habrá argumentos para justificar un asesinato pero cuando los buenos o los que dicen representarlos, toman las formas de los malos, al final corren el mismo riesgo de ser repudiados.
La venganza siempre trata de disfrazarse de justicia pero se le nota la hilacha. Tal, la sensación que nos ha quedado.
Y para el mundo terrorista, por cada "sacrificio" humano sea èste, legal o no, aviva la aparición de 20 radicales mas.
ResponderEliminarMe mata esto de hacer paz, matando gente.
Hay casos en que la muerte no mata sino que aviva. No se si será este un caso pero lo que digo es que los ángeles si son tales, no pierden las alas. Si no tienen alas, es señal de que no son ángeles.
ResponderEliminarAlgo así