El “rápido” caracol africano –considerado una
de las 100 especies exóticas más dañinas del planeta- apareció unas semanas
atrás en zonas de Ciudad del Este donde llamó la atención y los organismos
científicos lo identificaron como un animal peligroso. Siendo uno de los seres
de más lento desplazamiento, sorprendió que inmediatamente apareciera en
Ayolas, en Itá Enramada y Concepción, lugares muy distantes entre si.
El viento, el hombre, los vehículos pueden
estar transportando el cargamento genético que multiplica la distribución
geográfica del molusco. Su apariencia novedosa puede tornarlo atractivo como
elemento decorativo y la gente lo está cargando a zonas distantes pero el
contacto puede ser fatal.
Meningitis, encefalitis, trastornos
intestinales graves, figuran entre los riesgos de quienes entran en contacto
con su baba. Felizmente hay una divulgación envolvente sobre el tema de modo
que todos sepan ante lo que están enfrentándose.
¿Tendremos que convivir con el enemigo?
Todo hace suponer que no hay manera de despojarnos de esta invasión porque
además ya hemos demostrado como sociedad una indolencia penosa con el mosquito
aedes aegypti que trajo el dengue y al que no hemos podido combatir con
limpieza de patios, eliminación de criaderos.
Clic sobre el cuadro para leerlo mejor. Infografía publicada por el Diario Ultima Hora
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