jueves, abril 18, 2013

Cuando las urnas ya no representan la verdad democrática


En Venezuela hubo discusiones en torno al conteo de votos y se manifestó una presión internacional a favor del reconteo pero ese no será el caso paraguayo en donde se plantea otro tipo de alteración e interferencia de la auténtica voluntad popular.
Uno de los candidatos habría proveído 15 millones de dólares para las elecciones presidenciales del próximo domingo 21 de abril del 2013. Otro fue denunciado por haber viajado al exterior desde donde habría traído dinero para las mismas elecciones, proveído por empresas interesadas en contratar con el Estado.

Se está hablando de ofertas extraordinarias para la compra de votos el próximo domingo y números sencillos a partir de los pocos datos que existen, indican que un precio promedio de 100 dólares por voto (unos 400 mil guaraníes) permiten con 15 millones de dólares comprar 150 mil votos, suficientes para definir la elección.
Con un bajo umbral de honestidad en la mitad del electorado; es decir, con un alto índice de electores que no reflexionaría dos veces si le ofrecen 100 dólares, asusta pensar que el gobierno que surja del escrutinio el próximo domingo carecerá de legitimidad.

Hay observadores internacionales que vinieron a ojear el proceso y fundamentalmente el conteo de los votos. Los parlamentarios se cuidaron muy bien de postergar la aprobación de leyes que permitan detectar elmovimiento del dinero negro en Paraguay precisamente para dar lugar a todo tipo de manipulaciones con ese recurso.
Todo lo que estamos viendo, nos habla de la necesidad de asumir como ciudadanos un rol más  determinante en el análisis de los temas de interés nacional en un contexto de corrupción y desprestigio de la política, de los políticos y de las propias instituciones políticas.

Las urnas ya no envían un mensaje indubitable.

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