Momento histórico de la civilidad paraguaya
Uno, en la multitud (Foto: Fabián Quiñónez) |
La disuasión que la movilización ciudadana
produjo sobre los senadores que aprobaron el veto al derroche del dinero
público en financiamiento de “operadores políticos”, marca un momento histórico
de la civilidad paraguaya. Los políticos que hasta último momento estaban
dispuestos a desafiar al electorado, un año antes de las elecciones generales,
percibieron que el contrapoder de la multitud era peligroso para sus planes.
Lo que acontece en nuestro país con la irrupción del ciberciudadano que se manifiesta sin la necesidad de líderes, es un fenómeno que está siendo estudiado desde distintos ángulos y en varios países. En Paraguay, los políticos han defraudado expectativas y son los principales destinatarios de la indignación.
Michael Hardt y Antonio Negri, le
llaman “Multitud” a las manifestacióones espontáneas que han surgido
en varias partes del mundo impulsadas por la indignación que generan
decisiones políticas que afectan a las
masas.
En principio, los “indignados” son una respuesta al fenómeno de la globalización. El ciudadano es víctima de decisiones que a veces se adoptan en otros países, por gobiernos que fueron elegidos por otros y sobre los que no hay otra manera de influir.
Pero también el ciudadano es víctima
de decisiones de políticos a los que votó pero que al llegar al poder traicionaron
sus promesas y pisotearon el discurso con el que arrancaron su voto. La capacidad de organizarse y protestar tiene ahora el aporte de las tecnologías de la
información y la comunicación.
Con notable prontitud y capacidad de
reacción, la multitud ya no precisa de reuniones organizativas sino que
Facebook o Twitter sustituyen y anulan esa exigencia. La autoconvocación es
casi instantánea y vemos que los parlamentarios han tratado de eludir esa
agilidad, cambiando horarios de sesión para gambetear la protesta.
Hardt y Negri, autores de “Imperio” un
libro tremendamente actual y analítico de los nuevos fenómenos políticos,
económicos y sociales, tratan de descubrir el tránsito de la revuelta a la
institución revolucionaria que la multitud puede poner en marcha.
Exponen que la guerra, el sufrimiento, la miseria y la explotación caracterizan cada vez más nuestro mundo en proceso de globalización y existen tantas razones para que la gente transforme esa indignación en una rebelión.
De hecho ya ha ocurrido. Egipto, Libia
son ejemplos de que la multitud sin liderazgos definidos puede cambiar
gobiernos, a partir de las redes sociales o democratizando una plaza pública,
un barrio.
El fenómeno está siendo investigado
porque es nuevo. No viene de arriba sino que por el contrario, se desarrolla
desde abajo. Para los investigadores citados, las palabras claves de este nuevo
fenómeno son imperio, capitalismo, globalización, sociología política, red
social.
El punto claro es que la solución de
las injusticias o las desigualdades que las manifestaciones espontáneas en
varias partes del mundo denuncian, tienen soluciones que no solamente están al
alcance de la gente sino que radican en el poder de la “multitud”.
En suma, la multitud se nos presentahoy como una realidad tangible y se ha consagrado ya, por ende, en sujeto
político con todo lo que ello implica: posibilidad de ejercer contrapoder,
llevar a cabo acciones que cambien el sistema.
A propósito de cambio de sistema ya se
ha identificado el próximo objetivo: elegir representantes parlamentarios
directamente y no en base a “listas sábana” donde para atraer el voto, los
partidos políticos ponen a personajes respetables arriba y abajo a la escoria.
En conclusión, estamos en Paraguay ante un poderoso fenómeno social y político, novedoso, pero que se ha fortalecido en su resonante victoria esta semana. Tenemos que seguir analizándolo, estudiándolo para entender mejor lo que por ahora sólo parece una inteligente canalización del hartazgo ciudadano.
Si ese es el motor que lo impulsa, magnífico!.....hay tantas cosas que hartan…
No hay comentarios:
Publicar un comentario