Ahí dejó Takuara Cardozo nuestra ilusión.Celebro que la prensa haya tomado la derrota por el lado de la calma y el reconocimiento al esfuerzo. Ayudó a reducir la frustración colectiva aunque la verdad es que Paraguay mereció mejor suerte pero, un pensamiento raramente egoísta del Tata de concederle a Takuara Cardozo la oportunidad de reivindicarse definitivamente tiró al bombo una ilusión.
Un acto de debilidad personal del Tata. Que quede claro que es un excelente estratega. Planeó el partido de un modo estupendo pero tenía la ocasión de ser leal a la afición o serle leal a Takuara.
Prefirió lo segundo y le dio la ocasión de patear un penal.
Y no lo hizo como para meter la pelota con Casillas incluido dentro del arco español cuando tiene ese potencial.
Un tiro pobre, sin entusiasmo, sin convicción, al alcance del arquero ibérico, marcó otra jornada decepcionante del goleador de Portugal, el “Godot paraguayo” por citar al personaje misterioso de Samuel Beckett al que todos esperan pero nunca aparece.
Igualito que Takuara.
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