Para perseguir a malvivientes en una Ducati, un oficial debe estar entrenado
La Policía Caminera acaba de adquirir 4 motocicletas Ducati y un pensamiento chato surgió de inmediato en un sector de la prensa. Se preguntaron para qué tanta máquina habiendo otras marcas más económicas. Ocurre que contradictoriamente, la queja parte del mismo sector en el que se suele cuestionar que los malvivientes estén mejor equipados que la Policía.
Las citadas motocicletas están preparadas para desarrollar velocidades superiores a la de la mayoría de los automóviles y precisamente tienen el propósito de ser exitosas en la persecución.
Si resulta penoso que se publique en los medios que la Policía no puede dar alcance a los que persigue por falta de máquinas apropiadas, no es el caso de venir a cuestionar que justamente se intente revertir la situación con la adquisición de artefactos de buena calidad.
Lo que si debemos cuidar es que quienes usen las motocicletas de alta velocidad, estén entrenados y tengan las condiciones físicas adecuadas para cumplir esa exigente misión de un modo exitoso.
En tal sentido, nos parece que el oficial que en la foto que publica el Diario La Nación, aparece montado en una de las Ducati, carece de las condiciones físicas para desarrollar una persecución a cerca de 200 kph. Está necesitado de por lo menos 300 ejercicios abdominales por día durante 3 meses para calificar.
Si como contribuyentes aceptamos buenas máquinas, lo que corresponde es que los oficiales muestren un físico más apropiado para su tarea y no una adiposidad que muy lejos está de inspirarnos confianza.
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