En la sociedad paraguaya suele haber una dificultad para ajustar las expectativas a la realidad porque normalmente se piensa poco y se siente mucho. Lo emotivo domina la conducta y es preciso recurrir a una mayor racionalidad. Podría parecer injusto que tome en consideración nuestra visión del fútbol pero tengo razones para extrapolar esa visión de lo que pasa con el fútbol a otras áreas del quehacer nacional.
“Esta noche le ganamos a Perú” era la sensación previa al partido entre los seleccionados de Paraguay y Perú en el inicio de la competencia eliminatoria rumbo a Brasil 2014. “Que renuncie el técnico” era la sensación incluso antes de concluir el encuentro que Paraguay perdió 2-0, en Lima.
Twitter es un escenario en el que se puede observar y medir las sensaciones y lo que aquí enfoco es consecuencia de esa observación.
Cuando notaba una desmesura en las expectativas previas al encuentro, recuerdo haber escrito ahí que el equipo paraguayo se conformó en el hotel de Lima horas antes del partido en tanto que su rival había sido conformado previamente a la reciente Copa América que se jugó en la Argentina tres meses atrás y en esa competencia, el equipo fue testeado por su técnico.
Pero creo que en su gran mayoría, la gente prefiere sentir antes que pensar. Cuando luego de la derrota, la gente seguía destilando bronca por la derrota y el mal desempeño del equipo –era evidente la diferencia entre un equipo armado y otro en construcción- yo seguía insistiendo que era insustentable la expectativa desmesurada que aún seguía instalada.
Tratando de situar la perspectiva en un plano más racional señalé en Twitter que para el partido frente a Uruguay puede establecerse un paralelismo con una competencia automóvilistica y decir que Uruguay es un coche armado y testeado en la Copa América de la que fue el campeón, en tanto que Paraguay es un coche armado que sale del taller a competir directamente.
Yo veo de este modo el partido eliminatorio contra Uruguay. No quiere decir que con seguridad Paraguay va a perder porque en el fútbol se dan variables que pasan incluso por una noche inspirada de dos o tres jugadores que finalmente neutralizan superioridades rivales.
Es probable que Paraguay le gane a Uruguay en el terreno futbolístico pero los elementos objetivos que existen para un análisis previo, me dice claramente lo contrario. Vale decir, si el equipo pierde, lo comprenderé perfectamente.
“Esta noche le ganamos a Perú” era la sensación previa al partido entre los seleccionados de Paraguay y Perú en el inicio de la competencia eliminatoria rumbo a Brasil 2014. “Que renuncie el técnico” era la sensación incluso antes de concluir el encuentro que Paraguay perdió 2-0, en Lima.
Twitter es un escenario en el que se puede observar y medir las sensaciones y lo que aquí enfoco es consecuencia de esa observación.
Cuando notaba una desmesura en las expectativas previas al encuentro, recuerdo haber escrito ahí que el equipo paraguayo se conformó en el hotel de Lima horas antes del partido en tanto que su rival había sido conformado previamente a la reciente Copa América que se jugó en la Argentina tres meses atrás y en esa competencia, el equipo fue testeado por su técnico.
Pero creo que en su gran mayoría, la gente prefiere sentir antes que pensar. Cuando luego de la derrota, la gente seguía destilando bronca por la derrota y el mal desempeño del equipo –era evidente la diferencia entre un equipo armado y otro en construcción- yo seguía insistiendo que era insustentable la expectativa desmesurada que aún seguía instalada.
Tratando de situar la perspectiva en un plano más racional señalé en Twitter que para el partido frente a Uruguay puede establecerse un paralelismo con una competencia automóvilistica y decir que Uruguay es un coche armado y testeado en la Copa América de la que fue el campeón, en tanto que Paraguay es un coche armado que sale del taller a competir directamente.
Yo veo de este modo el partido eliminatorio contra Uruguay. No quiere decir que con seguridad Paraguay va a perder porque en el fútbol se dan variables que pasan incluso por una noche inspirada de dos o tres jugadores que finalmente neutralizan superioridades rivales.
Es probable que Paraguay le gane a Uruguay en el terreno futbolístico pero los elementos objetivos que existen para un análisis previo, me dice claramente lo contrario. Vale decir, si el equipo pierde, lo comprenderé perfectamente.
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