Pero entonces, si jugamos a la defensiva para contener el aluvión y nos preparamos para salir lanzados en la menor oportunidad con un galgo que pueda llegar pronto al arco rival para sorprender, no es una grosería en el fútbol.
El Chelsea eliminó al Barcelona y ganó la Champions League ante el Bayern Munich, jugando al mejor estilo paraguayo: a la retranca, luego correr cuando se daba la ocasión, centro-cabeza-gol.
Nos decían que era un futbol amarrete y que así no iríamos a ningún lado; un fútbol cobarde y cavernario. Pamplinas!; el Chelsea paseó la Copa por el centro de Londres y una multitud salió a festejar. Nadie dijo que era una vergüenza ser campeones de ese modo y, ojo!, estamos hablando de cuna del fútbol. (ariba: foto publicada por el País de Madrid)
Nos trataban de lo peor porque en la selección paraguaya, jugábamos a la defensiva frente a la poderosa selección brasileña que venía por ejemplo con una artillería de esta capacidad: Ronaldo, Kaká, Ronaldinho gaucho, secundados por Cafú y Roberto Carlos y no podían hacernos goles.
Estábamos en lo correcto y nos decían que era un fútbol de potrero, indigno de una selección. Ahora confirmamos que lo decían porque simplemente no podían descifrar la fórmula para romper la defensa.
Salud Chelsea!
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