viernes, abril 25, 2008

La deshonestidad del empresario-periodista Humberto Rubín



Tres días antes de las elecciones generales que desde las urnas catapultaron a Fernando Lugo como Presidente de la República, el empresario-periodista Humberto Rubín protagonizó una reacción violenta contra el candidato que comunicó su decisión de no asistir al debate de los cuatro principales candidatos que había organizado en Telefuturo. Entre otros epítetos, Rubín dijo que Lugo era un “estafador de anunciantes y trabajadores” y que no votaría por el por su irresponsabilidad, dijo que era un inmaduro, un mentiroso, un desequilibrado y cobarde, algo así como un peligro para la nación.

Para situar el escenario, señalemos que Rubín es un privilegiado beneficiario de la publicidad estatal. La publicidad estatal en Paraguay es un instrumento utilizado por los gobernantes de turno para premiar o castigar a los programas periodísticos según su línea “amigable” o contestataria, financiándolos o justamente, retirándoles el balón de oxígeno.
Hoy día los periodistas ya no son apresados como en tiempos de Stroessner. El aviso estatal es la zanahoria o el látigo.

El empresario Rubín
Ya hemos manifestado en un comentario anterior que en su programa de televisión, para cuidar ciertas apariencias, Humberto es el conductor y su hijo Hugo actúa de soporte periodístico pero por una metamorfosis, el periodista se convierte en locutor comercial y anuncia las bondades de Itaipú.
Esto, no es lo correcto. Un periodista se ocupa de lo periodístico y un locutor comercial de la tanda publicitaria pero aquí, la facturación es mayor si es el periodista el que anuncia publicitariamente porque su voz –teóricamente- es más creíble. La esencia del periodismo es la defensa de la verdad, luego, cuando el periodista anuncia lo bueno del mandamás de Itaipú, es en defensa de la verdad. Naturalmente así, el aviso se factura mejor.
Volviendo al eje central de nuestro planteo, está claro que según su conveniencia o no, los candidatos presidenciales tienen el derecho a elegir el momento de aparecer y el lugar dónde aparecer y nadie puede reprocharles ese derecho que estriba en una serie de evaluaciones.

Tampoco el momento de la decisión. Si un candidato se entera a última hora que están tramando maniobras electoralistas para perjudicar su imagen, puede tomar la decisión en el momento que él cree más oportuno y no ser catalogado por eso como un “estafador de anunciantes”.
Lugo sería genuinamente un estafador de anunciantes si previamente formalizó un contrato con los anunciantes que luego no cumplió. Cabe hablar de una estafa a los anunciantes si se facturó una tarifa mayor por publicidad en el programa, a cambio de que se asegurara que se contaría con la presencia de Lugo y a todas luces un compromiso así sólo puede ser aventurado por el productor del programa, por Rubín, no por el invitado. Aquí hay mucho margen para especular sobre lo que realmente se tramó, pero no lo haremos.
Si consideramos que Lugo triunfó por casi 200 mil votos de diferencia, está claro que tomó decisiones correctas, también en lo que atañe a los debates que eligió para concurrir.
Que quede claro que Rubín tiene derecho a reprochar. Por supuesto que si. Es libre de hacerlo e incluso de elegir el tono y la intensidad del reproche, salvo que esa intensidad vulnere ciertos niveles y pueda catalogarse de un abuso.
¿Qué es lo que dijo Rubín de Lugo? Habló de su “tremenda irresponsabilidad” que se burló de la prensa, de los obreros a los que trabajan. Dijo que en algún momento dado pensó en votar por Lugo pero “me di cuenta de todas sus mentiras, su falta de madurez, su desequilibrio”. Advirtió a los telespectadores sobre el riesgo de “si ese potencial que está ahí, cae en sus manos” (en las manos de Lugo).
Advirtió además que un obispo dijo que el 99% de lo que se dice de Lugo es verdad. “Es gravísimo lo que estás haciendo” expuso dirigiéndose a Lugo y refiriéndose al haber faltado a su programa. Nos preguntamos por qué puede ser gravísimo no asistir a un programa de Rubín ¿Por qué?
Los Rubín acusaron de cobarde, traidor y mentiroso al candidato y remataron con que era para no creerle absolutamente nada. Me comentaron que llegó a decir que era incluso un “muerto, estafador”. En suma, Lugo era la encarnación de la catástrofe como persona. Me comentaron que dijo
Maravillas de Itaipú, tres días antes de las elecciones, más que un cuestionamiento periodístico, estábamos claramente ante golpes bajos. Pero insistimos, Rubín tiene el derecho de cuestionar, sólo que hay un detalle que desnuda en toda su dimensión la deshonestidad del periodista y que justifica el dedo acusador apuntando a Humberto Rubín.
Cuando el domingo de noche se confirmó el triunfo de Lugo, lo coherente con esa rigurosa línea cuestionadora expuesta en el video que les presentamos hubiera sido que Rubín expusiera su preocupación por los días negros que se avecinan para el país que va a ser gobernado por esa catástrofe de ser humano que según él, era Lugo.
Pero no. Maravillas de los intereses empresariales ante el riesgo de perder en el futuro la jugosa publicidad estatal, Rubín festejó ruidosamente el triunfo de Lugo en su radio. Por si el mensaje radial festivo, comercialmente correcto, fuera insuficiente, amplificó su voz celebratoria del triunfo de Lugo, poniéndose en contacto con Telefuturo para amplificar su mensaje de alegre bienvenida a “por fin el cambio tanto tiempo soñado por todos”
Claramente, un acto de doble discurso según los intereses económicos en juego, un caso de doble moral. Un ejercicio de deshonestidad.
Humberto Rubín, quien no te conozca que te compre.

5 comentarios:

  1. Mmmmmm!, es evidente que Rubinsky estaba jugando a las cartas y apostando a la derrota de Lugo ¿Cuanta plata le mete Itaipú a su programa?

    Kaply

    ResponderEliminar
  2. Me gusta tu artículo porque desnuda al verdadero judío ambicioso y oportunista que es Rubin.
    De igual manera pienso que lo que hizo Lugo fue muy pelotudo, una mala estrategia, una gran cagada que se mandó días antes de las elecciones. Igual debió haber ido y defenderse de lo que sea. Le falto coraje y altura política. Ahora veremos como se enfrenta a los problemas que se le avecinan en el gobierno, espero que ya no esconda la cabeza en el suelo cuando hay olor a problemas.
    Y Rubín se puede ir bien del país y llevar a su molesta familia. no los queremos!!

    ResponderEliminar
  3. Itaipú metía al bolsillo de Rubín 160 millones de morlacos al mes, tanto a su radio como a su programa en Telefuturo. Todo esto nos obliga a ser más criteriosos como ciudadanos y saber interpretar el pregón de los medios.

    Juan Pueblo

    ResponderEliminar
  4. Ahora anunciaron que no habrá más avisos estatales para los medios más que lo muy necesario. Atajense. Eso quiere decir que Lugo y Federico van a tener mala prensa. No les van a perdonar. Van a golpear los medios hasta que nuevamente les llueva maná del cielo.
    Ponganle la firma.

    Previsor

    ResponderEliminar
  5. Sería inocente pensar que al acudir a un debate televisivo, uno puede tener las armas necesarias para defenderse, no estamos ante los tan mentados debates americanos, cualquier cosa pudo salir a luz (verdadera o falsa) que hubiese podido cambiar el rumbo de esta elección presidencial, creo que lo que hizo Lugo fue políticamente correcto

    ResponderEliminar