El Presidente Fernando Lugo es soltero y aparentemente sin compromiso. Así lo hemos aceptado y así lo elegimos. No existe una “Primera Dama” y la realidad es que sería muy forzado inventarle una.
No existe una necesidad relevante que constriña a crear ese cargo y quien en principio se dijo que seria la “Primera Dama” incineró su figura en la primera oportunidad que tuvo.
Si bien, la Fundación de la Primera Dama ha servido para canalizar cierto tipo de ayuda solidaria de países amigos, también fue utilizada para absorber donaciones non sanctas de los enemigos de la sociedad pero muy interesados en simpatizar con el poder para obtener vistas gordas e impunidad.
Ha sido lamentablemente una Fundación sin fines de lucro, pero a veces "con fines de locro".
En el escenario del estado civil presidencial, no existe primera dama y no es necesario que la Fundación funcione.
Existen ONGs absolutamente creíbles actuando en forma transparente que muy bien podrían cumplir una labor solidaria en mejores condiciones, administrando más eficientemente las donaciones, porque tienen estructura, organización y la confianza ciudadana.
Por ejemplo, la Fundación DEQUENI de intachable derrotero, convincente gestión y consistente visión y misión.
Doña Meche, la hermana de Fernando Lugo, demostró no tener la más pálida idea de lo que implica dignidad política y salió a defender el nombramiento prebendario del hijo, sin capacidad de interpretar que fue nombrado por ser “sobrino presidencial” y no por sus méritos como burdamente pretendió convencer.
Tamaña metida de pata por su ventajismo acomodaticio fiel al principio corrupto de “aprovechar la oportunidad ahora que somos capos” que instaló el Partido Colorado y que ya no queremos para el futuro, dibujó un halo de desconfianza en torno a esa señora que ahora se ha granjeado por méritos propios una antipatía generalizada.
No hay una función relevante para ella
Ña Meche tenía la ocasión magnifica para erigirse en una continuadora de los lados buenos de la Fundación Primera Dama, pero exhibió tanta angurria pro bolsillo y tanta escasez de buen tino y compromiso con el país que terminó derrumbando en una sola jugada, toda la imagen que pudo haber construido desde el pasado 20 de abril.
Y si por razones de protocolo, hace falta una dama que acompañe a las visitas femeninas ilustres pues para eso esta la “segunda dama” (¡por Dios que mal suena), la esposa del Vicepresidente de la República.
Y si por falta de tiempo, tampoco puede desempeñar esa tarea pues, debemos estar tranquilos porque damas distinguidas no faltan en este país. Incluso entre las dirigentes y voluntarias de DEQUENI soooobran las opciones para el desempeño con altura de esa función. Es nuestra opinión.
¿La fundación de la primera dama rinde cuentas de como administra las donaciones o no tiene necesidad. Alguien sabe si las donaciones se manejan correctamente?
ResponderEliminarEl Desconfiado