viernes, junio 20, 2008

Europa amurallada y el final de los tiempos: “Lo sentimos pero usted no tiene cabida en el planeta”



Europa va a establecer políticas antimigratorias muy severas. Va a levantar murallas y dejar abiertos portoncitos para dejar entrar a los que ellos quieren y vetar el ingreso a los que ellos no quieren. Los que están adentro, contentos, los que pueden ser expulsados están angustiados y se está fundando un proceso xenofóbico que no es posible predecir donde va a terminar.

Se habla de que 30 mil paraguayos van a retornar y en este contexto de definir nuevos rumbos a la migración, en el Paraguay se habla de expulsión de brasileños.

Han surgido aires de represalia a la decisión europea y uno de los abanderados de ese esquema es el presidente venezolano Hugo Chavez quien tiene en el petróleo un poder de reacción que manejado con el criterio antimigratorio europeo de vos si y vos no, va a dar que hablar.

Estamos pues ante un tema tremendamente profundo y serio. Este es un momento en el que millones de personas están buscando un lugar donde desarrollarse y ese derecho humano va a ser cercenado en nombre de muy elevados principios de seguridad.

Estamos ante un tema que no puede ser tratado con una maniática mezquindad como la exhibida por los líderes europeos. Imaginense lo que va a ocurrir si todos vamos a actuar de ese modo. El Paraguay se encuentra sobre un océano de agua dulce.

Con el criterio con el que se manejan los líderes europeos, será acaso que vamos a decir que ese recurso vital será usado con criterios discriminatorios. Hemos llegado a un punto en el que los líderes del mundo deben mostrar más ingenio y creatividad que los meros conceptos represivos que no llevan sino a plantearnos el escenario bíblico que marca el final de los tiempos y que nos cuenta Marcos 13.8:“….una nación luchará contra otra, y pueblo contra pueblo; habrá terremotos y hambre en diversos lugares: en esto reconocerán los primeros dolores del parto”.

No puede haber egoismos, falta de solidaridad en el enfoque del problema. Hay que dar eficiencia a los programas de ayuda y controlar que los inmensos recursos que el mundo desarrollado moviliza hacia las naciones en desarrollo produzcan desarrollo. Por otro lado crear condiciones más equitativas de comercio.

Para tener una visión en menor escala de cómo en Paraguay un hombre resolvió un problema como el que hoy Europa trata de resolver a su manera, recomendamos la lectura del articulo al que accederá, haciendo click aquí: "Historia genial....."

Es bueno ver que hay soluciones más llevaderas, solidarias. Soluciones en serio, antes de llevar cartas de notificación a los seres humanos excluidos diciéndole: “Lo lamentamos, pero usted no tiene cabida en este mundo”

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