jueves, agosto 21, 2008
El salario de Fernando Lugo y una rara polémica que nos invita a reflexionar
Himno Nacional Paraguayo. Interpretación en Guaraní a cargo de Ricardo Flecha.
La polémica que se desató fundamentalmente en los medios de prensa respecto a la renuncia de Fernando Lugo a su salario y la presunta estupidez que ello representa o incluso irrelevancia, parece plantearnos el desafío de recuperar la esperanza y la ilusión en el cambio y revalorizar gestos de honestidad. Un acto de renunciación de ese tipo que debió alegrarnos, es motivo de burlas y descrédito.
Benjamín Fernández Bogado escribió en Ultima Hora que “… el Presidente dijo que no cobrará dinero alguno durante su presidencia, lo que en realidad es una cuestión secundaria, debido a que tiene todo cubierto, no tiene esposa ni hijos ni nietos que deba mantener, pero lo que cuenta en realidad no es la anécdota cuando se trata de gobernar. Lo que vale es la capacidad de gestionar, lo que implica saber lo que tiene que hacerse y estimular a los que saben para realizar la tarea”.
Lo que señala es que de nada sirve que no cobre si gobierna mal. Correcto. En ese contexto hay que interpretar lo que plantea Benjamín. De todos modos no comparto el concepto de “secundariedad” del renunciamiento.
En abc color leí que Jorge Torres Romero llamó “pelotudez” a la actitud de renunciar al salario presidencial y expone que carece de importancia el tema considerando los regalos que recibirá y los fondos de 2 mil millones de guaraníes de gastos reservados que tiene a su disponibilidad. La “pelotudez” según el articulista estriba en que por un lado renuncia al salario pero por otro Lugo está ante un formidable espacio de malversaciones en el que –según nos da a entender Torres Romero- Lugo puede hacer de las suyas con criterio rapaz y una actitud delincuencial.
Las lecturas del gesto
Está claro que el articulista lo ve como un potencial ladrón y sin embargo, todas las manifestaciones que ha hecho Lugo desde mucho antes de que viniera a la política, no ameritan verlo de ese modo.
Lo que nosotros sostenemos es que el gesto de renunciación de Lugo, conlleva un mensaje positivo para la sociedad y la clase política paraguaya. En efecto, todos los presidentes que asolaron estas tierras desde Stroessner, se fueron con plata que no les pertenecía en los bolsillos.
Todos han tenido cuentas pendientes con la Justicia por robo y en el último caso, Nicanor va a tener problemas por el mismo motivo. En ese contexto, el anuncio de Lugo de renunciar a su salario, nosotros lo interpretamos como un mensaje de “no vengo por el dinero”.
Trascendente y crucial mensaje en una nación en la que un elevado porcentaje de políticos, elevadísimo más bien, se lanza al ruedo en busca de poder político para alcanzar lo más pronto posible el poder económico, justamente robando.
La sociedad está ilusionada porque el robo se reducirá considerablemente y cree en las promesas de fin de la impunidad. Va a cooperar para que así sea. La ciudadanía cree cuando Lugo dice que se acabó el secretismo y que la transparencia y la honestidad serán valores del gobierno para que finalmente el Paraguay que hoy día figura a la cabeza de los países más corruptos según la percepción ciudadana, sea reconocido internacionalmente por su honestidad y sus valores.
Admitimos que la capacidad de gestión es fundamental para sacar al país del atraso y en eso coincidimos con Benjamín. Sin embargo, si el gobierno no estriba en valores, esos valores que hay que rescatar porque fueron pisoteados y perdidos, sólo puede generar crecimiento pero no desarrollo.
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