Los ricos paraguayos llaman a Hugo Chávez

Odian a Hugo Chávez pero la decisión parlamentaria de rechazar el veto presidencial y postergar una vez más la vigencia del Impuesto a la Renta Personal representa para el segmento económicamente más exitoso del país, hacerle la cama a un Hugo Chávez paraguayo. Ganaría una elección presidencial quien prometa cobrar impuestos como con justicia corresponde.

Los parlamentarios paraguayos no representan a la sociedad toda. La decisión de postergaruna vez más la aplicación del Impuesto a la Renta Personal hasta el 2013, implica que defienden los privilegios de los poderosos, cuyos intereses están defendidos de un modo egoísta ya que los que más tienen, se liberan de cargar con justicia el mayor peso de financiar el desarrollo equilibrado del país.
En cualquier país medianamente serio del Mundo, el IRP se paga porque es tal vez el más justo de todos los impuestos.

Pretextos lamentables
En Paraguay le buscaron vueltas vergonzosas como que viola la privacidad de los bienes, que podían darse filtraciones o que los secuestradores podrían simplemente ir a averiguar en ventanilla del Ministerio de Hacienda, los bienes de sus víctimas para saber cuánto pedir de rescate.
Esto último es digno de un campeonato de lo absurdo y todo para que los que acumularon fortunas sigan eludiendo su deber.
Y sin ningún rubor, hay “genuinos representantes del pueblo” como el senador Alfredo Luis Jaeggli que festeja la nueva postergación de la aplicación del IRP porque asegura que lo iban a pagar los pobres.
Eso es falso. Absolutamente falso pero el descaro y cobardía de Jaeggli aparecen por sobre tal falacia ya que si iban a pagar los pobres, su misión es el establecimiento de leyes justas y hubiera manifestado en todo caso su compromiso con que no pagarán los pobres sino los ricos.
Lo que los políticos y los afortunados del Paraguay no consideran es que con actitudes egoístas de este tipo lo que crean es el fermento para la aparición de un Hugo Chavez en Paraguay.
Los privilegiados que se empecinan en mantenerse ajenos al pago de un justo tributo, están haciéndole la cama a una propuesta socialista radical que venga a poner los puntos sobre la íes y que instaure efectivamente una política tajantemente de izquierda.
No es lo que quieren pero es lo que propician.