La Secretaría del Ambiente del Paraguay, busca novia para un tatú carreta (armadillo gigante cuyo nombre científico es priodontes maximus o priodontes giganteus) que fue rescatado prácticamente de las brasas de indígenas chaqueños que estaban a punto de convertirlo en un armadillo al spiedo. La novia sería argentina pues se habría informado que allá existe un ejemplar hembra. Se trata de un animal en peligro crítico de extinción que por su lentitud y falta de adaptación, es presa fácil de sus depredadores.
El tatú carreta es además un animal de carne exquisita que se cuece en su caparazón, cuando ella no es extraída para su utilización como caja de una guitarra. En algún zoológico del Chaco argentino habría una hembra para enamorar, dijeron fuentes del zoológico asunceno.
El propósito es fomentar la reproducción en cautiverio del tatú carreta. La historia es que hace unos días el ciudadano Oscar Méndez Ocampos comunicó a los fiscalizadores de la Secretaría del Ambiente (SEAM) que había rescatado de nativos chaqueños a un ejemplar vivo en la localidad de Nueva Mestre, Chaco.
Decidió proveer resguardo temporal al armadillo en su residencia en Asunción, hasta que los fiscalizadores ambientales se constituyeron en el lugar para proceder al traslado del animal silvestre al Parque Zoológico y Jardín Botánico de Asunción, en donde se entregó a los encargados y técnicos del lugar para su cuidado y puesta a salvo en su nuevo hábitat en el zoológico.
El ejemplar rescatado tiene unos 60 kilos, y una edad de 4 años aproximadamente. Los fiscalizadores ambientales anunciaron que se intensificaran los controles para dar con los infractores que violan las normas que protegen a la fauna silvestre en el país. Ley 96 de Vida Silvestre prohíbe, la caza, transporte, comercialización, exportación, importación y reexportación de todas las especies de la fauna silvestre, así como sus piezas y/o productos derivados que no cuenten con la expresa autorización de la Autoridad de Aplicación.
Los delitos señalados están sancionados con penitenciaría de uno a cinco años y multa de 500 (quinientos) a 1.500 (mil quinientos) jornales mínimos legales por la Ley 716 de Delitos Ecológicos para aquellas actividades que destruyan las especies de animales silvestres en vías de extinción y los que trafiquen o comercialicen ilegalmente con los mismos, sus partes o productos.
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hola... saben en colombia tambien hay 3 priodontes maximus en un bioparque , el manejo es adecuado. me gustaria que establecieramos una red en pro de la conservacion para esta especie mi correo es juancamilopaez@gmail.com y al parecer voy a realizar la practica academica en este lugar
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