Con el propósito de construir un proceso global y participativo que promueva la producción de soja en forma económicamente viable, ambientalmente sustentable y socialmente equitativa se realizó en Asunción el II Foro Global de la Soja Responsable con la participación de varios países del mundo. La oleaginosa genera divisas y resuelve problemas alimentarios mundiales pero su producción está llevando a una deforestación a mansalva en varios países como el Paraguay y su cuidado, a un envenenamiento y eliminación de la biodiversidad en lagunas, arroyos y ríos.
"Pocas veces las expansión de un cultivo ha sido objeto de tanta tensión, debate y posturas encontradas", manifestó Sheila Abed quien preside la Comisión de Derecho Ambiental de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y continuó diciendo que "esta 'nueva revolución verde', a diferencia de la primera, no es tan silenciosa. En esta reunión debatiremos acerca de qué podemos hacer para cambiar lo que está bajo control pero también cómo podemos ayudar a cambiar lo que no está", refiriéndose a los distintos aspectos que tienen relación con la producción de soja y sus consecuencias para el país. Abed es además directora ejecutiva del Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA)
En un segundo momento Alberto Yanosky de la organización Guyra Paragua. Dijo que los Foros Globales son ámbitos donde las distintas partes interesadas y actores de mercado se encuentran con el objetivo de promover la producción sustentable de los principales cultivos que presentan impactos considerables en lo social, ambiental y económico.
En la primera Conferencia sobre Soja Responsable los participantes acordaron reconocer que la cadena productiva de la soja genera beneficios y problemas en lo social, económico, ambiental e institucional, así como seguir adelante con el proceso para enfrentar estos desafíos y desarrollar una cadena de producción de soja responsable. Hacer realidad este proceso es uno de los objetivos de este Foro.
Alimento, si pero...
Al momento que frente a la sede del encuentro se realizaba una manifestación contra el Foro, habló el Vicepresidente del Paraguay, Luis Castiglioni, quien advirtió que participaba del encuentro a pesar de como político podría tener para é costos negativos, "pues yo podría estar ahí afuera en la manifestación, pero me parece que solo a partir del diálogo y la interacción entre las distintas partes que hacen a un fenómeno se puede construir".
"No puedo pensar que la soja sea intrínsecamente mala, pues en verdad es un potente alimento y un importante generador de divisas para un país agrodependiente como el nuestro" expuso y agregó que plantar soja responsable, dentro de una política más amplia que contemple la inclusión social y la protección de los elementos ambientales, es posible y será beneficioso para todos.
La soja ha sido una de las responsables de la deforestación masiva en Paraguay y generó una decisión política de establecer por cinco años más un plan de "deforestación cero" en la Región Oriental del país, la más castigada por el avance de la frontera agrícola, sobre los bosques y humedales. El plan logró reducir en un 85% el devastador proceso que está eliminando el habitat de numerosas especies del mundo animal y vegetal.
Los sojeros tienen un compromiso
"Los sojeros tienen el compromiso ante el ambiente y la sociedad dentro de sus respectivas unidades productivas en cumplir en el mantenimiento del 25% del bosque nativo, conservar los 100 metros de bosques de los cursos de agua, utilizar agroquímicos legales, realizar siembra directa e incorporar los criterios técnicos agrícolas y ambientales establecidas en las normativas vigentes, para así realmente desarrollar una agricultura sostenible, que precautele el uso racional de los recursos naturales, que al final les beneficia a ellos mismos protegiendo su propia base productiva" manifestó a su vez el ministro paraguayo del ambiente, Alfredo Molinas.
Señaló que, "Si se cumplen estos requerimientos vigentes desde hace más de 30 años, se restaura la vida en si, permitiendo recuperar el balance hídrico (régimen normal de lluvias), se vuelve a regenera la diversidad biológica, se mejoran los suelos y permite elevar una mejor calidad de vida para todos".
"El gran desafió hoy para los productores, a parte de cumplir con las leyes ambientales, es desarrollar una agricultura y ganadería en la región oriental ya no más a expensas de los últimos bosques nativos, sino buscar la eficiencia del rendimiento por superficie en la producción ya instalada, sin necesidad de aumentar la frontera agropecuaria", expresó finalmente.
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