Ultima Hora y la peligrosa concentración del poder mediático

La Secretaría de la Niñez planteó los vicios de enfoques sobre los niños en los medios, en el reciente Foro "hacia una Política Nacional de Comunicación incluyente, pluralista, democrática y equitativa".

En las sociedades democráticas, la libertad de expresión no solo es una garantía sino que va acompañada de otro derecho fundamental: el derecho a estar bien informado. La concentración de los medios de comunicación en el seno de grupos que se han convertido en hegemónicos ponen en peligro ese derecho.

Hace unos años los lectores paraguayos que teníamos ante nosotros cuatro portadas de diarios, sorprendentemente contábamos con cuatro visiones diferentes de la realidad nacional. Era un chiste decir que 4 diarios veían 4 países diferentes.
En función de los intereses que defendían, nos planteaban sus enfoques y no desde la búsqueda de la verdad despojada de intereses.
Un día se produjo un absurdo histórico en función de esa lucha de intereses y tras las internas del Partido Colorado un diario anunció “Ganó Argaña” y el otro “Ganó Lino Oviedo”. Ambos daban la información como la verdad absoluta. El diario que falseó la información hoy ya no existe.

Pluralidad de voces
Para la ciudadanía era un drama leer cuatro visiones diferentes del país y tener que hacer un mapeo de los intereses ligados a cada medio para sospechar cual de ellos era más creíble.
Ante la nueva realidad que hoy se da y en función de lo que vamos a plantear, hasta casi deberíamos añorar aquellos tiempos en que a su manera existía una “pluralidad de voces”, no del modo correcto pero al menos el ciudadano no enfrentaba los riesgos que hoy tiene ante si y que se relaciona con un proceso de concentración del poder informacional.
A.J. Vierci de Ultima Hora, encarna ese dominio que se torna extremadamente peligroso para la sociedad. Primero extendió su imperio con Canal 4 Telefuturo y ahora es dueño de Canal 11. Un diario y dos canales de televisión logran darle un poder tremendo que no para ahí ya que además es propietario de dos radioemisoras “La Estación” y “Urbana”.
Es cierto, no hemos percibido que haya ejercitado ese superpoder que tiene en sus manos de un modo no democrático y por el contrario vemos el ejercicio de la pluralidad de opiniones en sus medios pero está latente que mañana puede usarlo como hacía Roberto Marinho, dueño de O Globo en Brasil que abusando de su poderío logró neutralizar una vez el acceso de Lula al poder y colocó en su lugar al corrupto Color de Melho, manipulando la voluntad del electorado.

Una amenaza cierta
Como ciudadanos vemos que potencialmente un apetito voraz del nuevo señor de la comunicación paraguaya puede convertirse en amenaza al pluralismo de la prensa y la democracia. Ojalá la diversidad de voces sea una realidad y hacia ese objetivo deberíamos apuntar como sociedad.
Por qué abc color se opone a una política de comunicación “incluyente, pluralista, democrática y equitativa” ante los vicios y riesgos que la concentración del poder de informar somete a la sociedad paraguaya. Evidentemente no basamenta su enfoque en los más altos intereses de la ciudadanía sino que en su negocio.
Es fundamental alentar el ejercicio de una lectura crítica sobre quienes día a día nos informan y a qué intereses están ligados. Debe ser tentador para un político acercarse a Vierci y proponerle una alianza de este tipo: “vos apoyás mi campaña y luego te devuelvo los favores en forma de oportunidades de negocios”.
Seríamos ingenuos si no pensáramos que Vierci se frota las manos oteando el horizonte político con esa visión. Seríamos mentecatos si creyéramos que el país no necesita de una política nacional de comunicación incluyente, pluralista, democrática y equitativa.

La sociedad civil, en defensa propia
Frente a la creciente concentración de los grupos y al considerable poder que han adquirido, la sociedad civil no sólo debe participar de foros de opinión sino que debe exigir que el gobierno fomente la discusión amplia del tema a fin de garantizar la pluralidad de voces.
No son más de 30 los personajes que todos los días aparecen en los medios. Los mismos de siempre con lo mismo de siempre. Hay un proceso de exclusión espectacular y no nos estábamos dando cuenta de ello.
Predominan visiones unilaterales de lo que sucede en el país y ese es el saldo de la ausencia de contrapesos ante la centralidad política y social que las empresas mediáticas más influyentes han adquirido en la vida pública paraguaya y comenzamos a lamentar la escandalosa ingenuidad que como sociedad hemos mantenido respecto de los medios de comunicación.

(Próxima entrega: Los "piratas" que construyen ciudadanía)